La actriz Kate del Castillo dijo que está demandando a funcionarios mexicanos por 60 millones de dólares en “daños morales y materiales” por lo que llamó una «persecución política» en su contra.
Las autoridades mexicanas investigaron a Del Castillo tras la reunión secreta que ésta programó con Sean Penn y el entonces fugitivo capo de la droga Joaquín «El Chapo» Guzmán en 2015. La actriz nunca enfrentó cargos, pero alega que los fiscales filtraron información que dañó su reputación.
Aunque ha dicho que mientras organizaba la reunión consideraba hacer un documental o película sobre la vida de Guzmán, Del Castillo dijo que actualmente no tiene planes de seguir adelante con un proyecto como tal.
El jueves, en una entrevista en México, dijo que ya no está en contacto con Penn y que cree que éste la traicionó. «Al parecer Sean Penn ayudó a su ubicación y posterior captura», dijo Del Castillo en referencia a Guzmán, quien ahora es procesado en Nueva York. «Yo no estaba enterada de tal situación, y esta es la traición de la que siempre he hablado”.
“Se portó muy mal porque no me protegió y arriesgó mi vida”, añadió la celebridad mexicana, quien insinuó que le gustaría patear al actor estadounidense en la ingle.
Del Castillo acusa a los fiscales del gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto de filtrar información que sugirió que ella estaría vinculada al narcotráfico, o ligada sentimentalmente con Guzmán, algo que dijo que le costó trabajos como actriz.
Se mantuvo alejada por años de su país natal debido a preocupaciones sobre su situación legal en México, aunque nunca llegó a enfrentar cargos. Pero Del Castillo regresó para pasar la Navidad con su familia, y dijo: “Deseo que le vaya increíblemente bien al actual gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador”, quien asumió el cargo el 1 de diciembre.