La despedida de dos espléndidos jugadores del nido cardenal, fue tan especial que cada miembro del Cardenales de Lara, periodista y fanaticada no dejaron de alentar y darle el último adiós al orgullo del estado Zulia Luis Valbuena y al siempre valioso José Castillo, ambos se convirtieron en los jugadores más admirados y seguidos del conjunto crepuscular, por su gran carisma y personalidad, por su entrega notoria y espectacular en cada juego de pelota, por dar el todo diariamente en la Liga de Béisbol Profesional y por llenarnos de pasión y entusiasmo cada vez que iban a batear.
Tras el último recorrido de los dos héroes en las bases del recinto de la Rotaria, el colorido de los presente y la organización larense se hizo notar, fue una tarde diferente, de mucho desconsuelo para todos mágico estadio Antonio Herrera Gutiérrez, donde en innumerables oportunidades Luis Valbuena y José Castillo, conectaron imparables que nos pusieron a soñar. Este día, en Barquisimeto y en todo el béisbol nacional, jamás se va a olvidar y para muchos quedará en la memoria que dos íconos se despidieron temprano del título cardenal.
Los jugadores con lágrimas prolongadas acompañaron a sus dos grandes amigos, al recorrido por la primera almohadilla que tantos encuentros Valbuena disputó, al pasar por segunda, fue tan difícil para muchos contener el llanto de sus dos ídolos y al llegar a tercera base, el equipo volteó cada ataúd junto a la familia de El Hacha y del nativo del pueblo zuliano, pero barquisimetano de corazón Luis Valbuena, con una tristeza inconsolable hacia el LF, para el último adiós hacia el jardín que tantas conexiones Castillo dio.
El cierre de un capítulo, uno de los más dolorosos en la historia del deporte nacional, fue tan bien significativo y singular, porque todo el plantel respaldó a los féretros de los históricos beisbolistas hacia la calle y le dedicaron frases de cariño y amistad, allí los esperó una multitud de fanáticos que coreaban «Valbuena… Valbuena, la cosa se pone buena».