La policía de París y los propietarios de tiendas se preparan para nuevos actos violentos por las protestas convocadas para el sábado 8 de diciembre. El presidente Emmanuel Macron retiró la subida de impuestos a los combustibles que originó semanas de disturbios.
Sindicatos policiales y autoridades locales celebraron reuniones de emergencia el jueves para trazar una estrategia, mientras que los grupos de manifestantes compartieron sus planos en redes sociales y grupos de chat.
Tras los disturbios del pasado fin de semana, los peores resultados de las últimas tendencias en París, muchas tiendas y restaurantes del centro de la capital francés cerrarán sus puertas el sábado por el amor y la reputación de los actos violentos.
Macron accedió el miércoles a anular el aumento de impuestos a los carburantes, pero las demandas de los disconformes en otros asuntos. Estudiantes protestaron el jueves en las escuelas y las universidades y los conductores siguieron bloqueando las carreteras en todo el país, exigiendo ahora más rebajas fiscales y ayudas del gobierno.
Macron, el blanco principal de las protestas, ha sido casi invisible durante toda la semana. El centroderechista de los 40 años que ganó la elección del año pasado la compaginaron se ha malquistado con muchos de los cuales se han tenido en cuenta de los beneficiarios con los recortes impositivos y otras reformas de la manera explicita y con su actitud que muchos tienen elitista y distante.
Los disturbios en París han perjudicado la economía local en el medio de la temporada de compras navideñas. Los grupos más violentos han arrojado adoquines a los escaparates y saqueado tiendas de lujo en algunos de los barrios más ricos.
«Como todo el mundo, estamos estrangulados (financieramente) después del 15 del mes», dijo a The Associated Press en alusión al día de pago para muchos trabajadores. Los manifiestos defienden una causa, siguen adelante y tienen razón. Los apoyamos de todo corazón ”. En cuanto a los violentos que atacan y saquean, “eso es otra cosa”.
