La paz no es solo la ausencia del conflicto, debe ser eterna por un mundo mejor, a eso apostamos la mayor parte, alto porcentaje de venezolano que perdieron o perdimos la tranquilidad y pasamos a vivir en una permanente angustia, zozobra y decepción, donde hasta la sonrisa se ha perdido y la conciencia brilla por su ausencia, como no vamos a vivir bajos esta circunstancia si nuestro existir se ha convertido en una permanente guerra inexistente que existe solo en mentes que disfrutan buscando el fracaso, y son felices haciendo fracasara los demás, cosa que no se ve en ninguna parte del mundo civilizado, que celebra el éxito de los demás, aplauden y apoyan a los triunfadores apostando siempre a que los que desean que los demás estén bien para uno estar mejor, eso no falla jamás si todos estamos bien hay paz, amor y solidaridad; y animo de echar adelante, apegado por la convivencia y la confianza, de que tu esfuerzo y la estabilidad de los más preciado la familia está bajo protección y estabilidad y no dispersa.
Dice Carlos Praga, la paz empieza por no dejar de tener siempre la razón, y es verdad como puede vivir en paz un país que menos de un diez por ciento 10% lo decide todo y quiere todo para él y quiere saberlo todo y hacerlo todo, sin respetar las pasiones, vocaciones, ni la meritocracia, verdad que es muy triste que un país joven como el nuestro en vez de crecer demográficamente va hoy en disminución como nos podemos sentir en este momento los padres y abuelos que formamos nuestros hijos y nietos con todo el respeto y amor por nuestra patria; para vivir, producir, compartir y aportar aquí dentro de los parámetros normales de la decencia y la ética con toda la responsabilidad, no creen ustedes amigos lectores que hoy es todo lo contrario, los países que cuidan y aman a su gente, es una simbiosis todos identificado con el bien, pues lamentablemente según las estadísticas hoy somos casi cuatro millones menos, difícil de entender este mundo al revés donde se está haciendo todo lo contrario a como lo hace la gente normal, que desea que no se le escape un coterráneo, siempre aspiramos de que el mundo sea otro cuando actuamos con respeto, cariño y amor.
Si son casi cuatro millones de humanos que se nos han ido sin tener espíritu de aventurero y mucho menos cultura de migrante, cuanto dolor ha causado esto de la diáspora en nuestros hogares, me van a decir si ver las sillas del comedor vacíos no causa un gran dolor, no tener a quien saludar y echarle la bendición no es otro dolor, los domingos y todos los días familiares hoy no existe la verdad que duele en el alma, la desintegración familiar, ver a las madres y a los padres vendiendo sus pocos bienes que jamás los volverán a obtener para que sus hijos se vayan, que nombre le damos a eso, doble sufrimiento ver a esos padres decir gracias a dios que mis hijos se van, quien le va a creer eso si están destrozados y las lágrimas reprimidas, llorando como los guajiros llorón, y no se le ven las lágrimas pero por dentro están destruidos, hasta perder la ilusión y bendiciendo a sus hijos, abrazándolos a la distancia y hablando solo , como me pasa a mí con la mente abrazando a mis hijos y nietos, en el planeta o donde anden pero también como los guajiro, las lágrimas me ahogan y el corazón reprimido.
Aún con todas esas preocupaciones o dolor por el país que hoy manifiesta, ruego a Dios que no se me termine la buena fe y el optimismo para seguir juntos a mis amigos y compañeros del campo, apostar por Venezuela, seguir luchando, frenar la diáspora y que nuestros esfuerzos sean por la pronta recuperación del país y el rescate de nuestra gente, los valores perdidos y que Dios nos de fuerza y talento para contribuir a que nuestra patria produzca su sustento y deje de estar mendingando en el mundo, pudiendo hacer aquí a las anchas, orgullosos de producir nuestros alimentos, con amor, orgullo y capacidad. Que Dios nos libre de algo que leí, dice así, si los gobernantes para poner las ideologías primero que la prosperidad; esa nación está condenada al fracaso. Que conste no estoy señalando a nadie.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la Paz, la Convivencia, el Respeto y la prosperidad de nuestro país…