Condenar las declaraciones del secretario de Defensa de los Estados Unidos, James Mattis y del secretario de Estado, Mike Pompeo, contra Venezuela, acordó el Gobierno Nacional, tras considerar que constituyen claras agresiones a la soberanía del Pueblo venezolano y a su Gobierno Constitucional.
En efecto, el pasado sábado Mattis calificó al presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, como un «déspota» y señaló que “en última instancia este régimen tendrá que irse”, al tiempo que pidió a los gobiernos aliados de Estados Unidos en la región, trabajar «para estabilizar esta situación”, según información de una agencia internacional de noticias.
Por su parte, Pompeo, aseguró que en el marco de la Cumbre G-20 que se desarrolló en Argentina, el pasado fin de semana, el Gobierno de EEUU conversó sobre Venezuela, y aseguró que el imperio estadounidense tiene «la esperanza de que todos los países de la región se unan a Estados Unidos para restaurar la democracia en Venezuela”, citaron medios internacionales.
Ante esto, el Gobierno de Venezuela, denuncia «la política de presión y soborno hacia los gobiernos vecinos, reiterada en las palabras de Mattis, lo que refleja un creciente intervencionismo regional promovido desde Washington para tratar de desestabilizar la democracia venezolana».
Agrega el comunicado, emitido por la cancillería venezolana que: «el Secretario Pompeo, por su parte, continúa reconociendo cínicamente el sufrimiento que las medidas coercitivas estadounidenses producen en la población venezolana, lo que poco le importa mientras el resultado sea la “restauración” de un gobierno entreguista y sumiso a los intereses geopolíticos de Washington».