Los libertadores de América Francisco de Miranda y Simón Bolívar, que conocieron Londres y París, se inspiraron en la historia de sus dos naciones y en sus instituciones avanzadas para prefigurar nuestras repúblicas. Debo decir con dolor que nuestro país está sufriendo una penosa época de totalitarismo que intenta borrar todo ese esfuerzo.
Hoy son el Reino Unido y Francia, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, los que nuevamente deben hacer todo lo posible para que allí se adopten medidas eficaces, en el marco de la institución avanzada del derecho internacional que es la responsabilidad de proteger (asentada en la resolución de la Asamblea
General de las Naciones Unidas del 16 de septiembre 2005), para terminar con el ataque generalizado y sistemático contra la población y combatir la emergencia humanitaria provocada intencionalmente.
Agradecemos la generosa hospitalidad de sus naciones al recibir a muchos venezolanos que están huyendo de la tiranía. Hoy pedimos su apoyo eficaz para atender la causa de esta situación y producir la necesaria y urgente transición.
Además, mediante la promoción de inversiones, tenemos la seguridad de la capacidad del Reino Unido y de Francia para cooperar en función del desarrollo de nuestro país y para la reconstrucción que será necesaria después del desastre económico y social causado por la actual tiranía.
El caso venezolano requiere de la decisión unívoca de la comunidad internacional. Por eso instamos al gobierno del Reino Unido a unirse a Francia y a las otras naciones que respaldan los exámenes preliminares de la Corte Penal Internacional en el caso venezolano. Agradecemos a todas las naciones que ya la respaldan.
Compartimos la convicción de estar frente a un régimen criminal y estamos seguros de que la Corte así lo comprobará. Porque no sufrimos una crisis política, sino que somos las víctimas de un conflicto transnacional de orden criminal.
Hoy puedo asegurarles que Venezuela es un país que se resiste a perecer, y lo compruebo en cada recorrido periódico que hago, donde percibo la fuerza de los ciudadanos y su determinación para ser libres. Hay una enorme fuerza creadora que está lista para convertir a Venezuela en una nación productiva y segura, con el apoyo de la comunidad democrática internacional.
Personalmente estoy a su entera disposición para conversar y cooperar en torno al cambio urgente de régimen que necesitan los venezolanos. Reciban un cordial saludo desde Venezuela, de cuyo territorio nacional no puedo salir hace más de cuatro años en razón
de una decisión arbitraria e ilegal de la tiranía.