Plácido Domingo mostró su entusiasmo siendo esta vez él mismo, con los ojos llorosos y la voz temblorosa, después de haber interpretado a decenas de personajes a lo largo de medio siglo en el escenario de la Ópera Metropolitana de Nueva York.
“Para nosotros, los cantantes de ópera, es como lo dijo Frank Sinatra: Nueva York, Nueva York, si puedo hacerlo ahí, lo haré en cualquier parte”, dijo el cantante español de 77 años la noche de viernes, al ser reconocido en el escenario por el 50 aniversario de su debut en el Met.
La carrera de Domingo con la compañía comenzó unos días antes de lo previsto, el 28 de septiembre de 1968, cuando debió reemplazar al indispuesto Franco Corelli como Maurizio en “Adriana Lecouvreur” de Cilea, con Renata Tebaldi en el papel protagónico y la dirección de Fausto Cleva.
El viernes, Domingo interpretó el papel protagónico de “Gianni Schicchi”, la tercera ópera de “Il Trittico” de Puccini. Fue el papel número 52 de su carrera y su presentación número 695 como cantante y director en el Met.
Durante una ceremonia después de la ópera de apertura “Il Tabarro”, el gerente general del Met, Peter Gelb, entregó a Domingo un par de obsequios.
“Ya que te has apropiado de este escenario casi toda tu carrera, pensamos regalarte un pedazo de él. Así que esto lo quitamos del escenario a principios de la semana”, dijo Gelb antes de entregarle un trozo del piso.
Luego le obsequió a Domingo la chaqueta de piel que usó en la actuación de 1990 de “Otello” de Verdi, que había sido bañada en oro para conmemorar el aniversario de oro. “Esto te pone a ti y a Elvis en el mismo nivel”, agregó Gelb.
La esposa de Domingo, Marta, su hijo Álvaro y dos nietos, vieron la presentación de un montaje de la carrera del tenor, incluida una escena de “Sesame Street” con Miss Piggy. “Las generaciones van, van y van. Estoy feliz de sobrevivir”, declaró Domingo.