Sin fecha confirmada, la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol) anunció la tarde de este domingo 25 de noviembre la suspensión de la final de la Copa Libertadores 2018 que se disputaría por los integrantes del clásico del fútbol argentino: Boca Juniors y River Plate.
Esta decisión se tomó después de la solicitud que hizo el Boca ante el máximo ente de fútbol sudamericano de suspender la final, que debió disputarse este sábado 24 de noviembre, por considerar que aún no existen las condiciones futbolísticas para disputar la esperada final.
“Luego de los hechos de violencia sufridos en las inmediaciones del estadio, de haber constatado la magnitud y gravedad de los mismos y las consecuencias que han generado en el plantel, Boca considera que esas condiciones no están dadas y solicita la suspensión del partido, así como la aplicación de las sanciones correspondientes previstas en el Artículo 18, para que la Conmebol actúe en consecuencia”, aseveró el equipo xeneize.
Según Boca, esas condiciones se pactaron en la tarde del sábado después de los incidentes: “Tal como acordaron los presidentes de la entidad sudamericana, de Boca y de River, en el acta que firmaron el sábado en el Monumental”, dice el comunicado.
Se confirmó que para el próximo martes 27 de noviembre, los directivos de ambos clubes se van a reunir en Asunción (Paraguay) -lugar donde está la sede de la Conmebol-, para decidir cuál será el desenlace.