Era un atardecer lluvioso. Se me acercó una mujer que no conocía y me entregó lo que Ud. va a leer y espero: ¡meditar!, pidiendo lo publicase. No me dijo su nombre. Su escrito dice:
“Hoy estoy algo lúcida. Me he visto reflejada en el espejo. He posado en el cristal mis lindos ojos. ¿Por qué mis cabellos están enmarañados? ¿Los ojos hinchados? ¿Será que lloré demasiado?…Mi traje tricolor está destrozado:
- Al amarillo le hace falta un gran pedazo;
- Mi oro negro se está regalando a otras naciones para comprar conciencias y, así destruir la democracia;
- El azul de los cielos y los mares están llenos de lágrimas de infancia, que se sienten avasallados al quererles implantar otros pensamientos…muy claro se lo escuchamos al rey de reyes comunista;
- El rojo rebota la sangre de tantos venezolanos muertos por el hampa o por miembros del gobierno…
Yo me pregunto: ¿Dónde están los límites? Mi hijo Bolívar, el “predilecto”, se despojó hasta de su gran fortuna, me protegió, luchó por sus hermanos y me hizo libre: ¿Por qué ahora se habla de comunismo y socialismo? ¿Por qué se persigue a todo aquel que piensa diferente? Algunos están presos, otros muertos, otros asilados, hay mentira y corrupción. El diablo está de boina roja y en su descaro, anda con el cristo en el pecho y la maldad en los hechos.
Los medios de comunicación, el periodismo están desapareciendo del mapa, perdiendo el soberano la libertad de expresión. Mis hijos se mueren de hambre, mis hijos lloran y hasta mi identidad se está perdiendo. Nos invade el tirano consejero Castro y los cubanos, sus fuerzas penetran mis entrañas, me duele…me duele el alma…sufro mucho, estoy herida, ¡muy herida de muerte!
¡Hay que estar alerta, porque veo a los niños, en un futuro cercano ya, con la bota militar puesta sobre sus tiernas cabecitas!
Tengo una amiga a mi lado. Solloza fuertemente, y en medio de su llanto me confiesa que ha sido violada: ¡violada muchas veces!
Me confesó su nombre, dijo llamarse CONSTITUCIÓN. El mío es VENEZUELA. Con amor, ZURY”.
(Así termina esta bella obra de una sencilla mujer venezolana de nuestro pueblo auténtico)
Hice mía esta carta que me entregó Zury hace unos años (2012) y que este domingo 18/11/2018 reproduzco, por su valor y sentimiento, en momentos que con nubarrones cada vez más densos y negros, estamos viviendo los venezolanos la muerte de la opinión ciudadana porque me confirmó que Venezuela estaba en peligro y, hoy, sin Libertad ni Democracia. La lección crucial que aprendiera que nuestra sociedad en 1998 era muy despolitizada y, de pronto, fue inundada por la política. Eso no es malo. Lo malo es que se volvió “politiquería, violación de la CRBV, acciones dictatoriales, hegemonía informacional, hiperinflación, etc…
Creo que todos tenemos que ser ciudadanos en la medida que ejercemos algún papel civil en el entorno y demostramos tener preocupaciones que van más allá de nuestra vida personal. La política es la mejor muestra de una rotunda verdad de nuestros días: algo en este país cambió. Más decididamente, algo en este país nos cambió para que seamos mejores venezolanos y ejerzamos nuestra soberanía.
Ciudadano que me lees: “Quien NO QUIERE pensar es un fanático; quien NO PUEDE pensar, es un idiota; quien NO OSA pensar, es un cobarde.” (Bacon). Quien NO ACTÚA políticamente como soberano -según la CRBV- NO ES UN CIUDADANO. Tú, ¿qué eres?
