Ustedes han visto por las noches el cielo cubierto de puntos de luz. Es una imagen muy sugestiva. ¿Se han preguntado, qué son esos puntos de luz? Esos puntos de luz son cuerpos ponderables, como la Tierra y el Sol; son estrellas y planetas. Cuando se trata de estrellas su luz es permanente como la luz del Sol. Pero cuando se trata de planetas la iluminación es hemisférica como la iluminación de la Tierra. Esos puntos de luz son, pues, el hemisferio iluminado de planetas. Como se conoce siempre hay un hemisferio iluminado mientras que el otro permanece en la oscuridad de la noche.
Si la luz como erróneamente se afirma tiene una velocidad de 300.000 Kms/s. ¿por qué el espacio total del Universo permanece oscuro? La luz de los planetas y de las estrellas podría con su velocidad traspasar los límites atmosféricos de esos cuerpos e iluminar todo el espacio. ¿No les parece?
El espacio no se ilumina con la luz producida por esos cuerpos mencionados, porque la luz no es móvil; es decir esos 300.000 Kms/s. es la velocidad de la energía que a su paso por las atmósferas de los cuerpos va transformando toda y cada una de la masa de las partículas de la atmósfera en partículas de luz. Pero como la energía es invisible, la velocidad de ésta se atribuye a la luz. Veamos unos ejemplos familiares: la luz del bombillo del poste de la calle sólo ilumina su propia área. Igualmente, la luz de los faros de los autos en la noche sólo ilumina unos cuantos metros hacia adelante, pero ni la luz del bombillo del poste, ni la luz de los faros de los autos continúan más allá de las referencias indicadas. La luz como efecto de la acción de la energía en la masa física de la materia, sea sólida: filamento; sea gaseosa: gas, no es posible se produzca en áreas donde no haya materia. Y este es el fenómeno del espacio del Universo. El espacio del Universo está lleno de energía neutral, sin cargas. Carece, pues, de materia, el otro elemento constituyente para que la energía produzca la iluminación.
De Stephen Hawcking, de su libro “Agujeros negros y pequeños universos” transcribo: “La luz no viaja instantáneamente…sino que, por el contrario, lleva una velocidad determinada, unos 300.000 Kms/s. Tenía que existir un medio en el espacio por el que se desplazase la luz. A ese medio de la llamó éter. La idea era que las ondas luminosas se desplazaban por el éter…” El éter no existe, pero la energía sí; en la crónica que seguirá, explicaremos esto.