Nueva York, la ciudad de la pizza en Estados Unidos, tendrá por un tiempo limitado un museo dedicado a este delicioso alimento.
El Museo de la Pizza incluye todo lo que tenga queso y salsa de jitomate, pero hay más cosas en él que complacen el paladar.
“A menudo las ideas más sencillas son las mejores. Queríamos utilizar el atractivo universal de la pizza para que la gente nos visitara, observara piezas de arte y escuchara sobre historia en un formato distinto”, dijo Alexandra Serio, jefa de contenido en Nameless Network, un grupo que respaldó la idea del Museo de la Pizza.
“Nuestro enfoque en este Museo de la Pizza es acerca de las bellas artes, así que acudimos a muchos artistas contemporáneos en muchos medios y les pedimos su interpretación de la pizza”, explicó Serio. “Y lo que obtuvimos incluye cosas muy arriesgadas, por decirlo así. Incluso eso sería quedarse corto”.
Ubicado en la planta baja del hotel William Vale de Brooklyn, el museo es un espacio amplio de un piso que alberga una gran variedad de piezas de arte, desde fotografías enormes hasta esculturas y grandes instalaciones que atrapan a los visitantes. El museo de naturaleza temporal, también conocido como “MoPi”, ya ha generado mucho interés; más de 6.000 personas lo visitaron desde su apertura hace unas semanas.
Otro de los atributos del museo son los colores vivos que se muestran en las exposiciones, que son perfectos para tomar fotografías para las redes sociales.
“Sinceramente, al principio pensé que sería más parecido a un museo habitual, con las cajas de la pizza y la información de cuándo se creó y cosas por el estilo”, comentó Nene Raye, quien visitaba la muestra desde Nueva Jersey. “Luego esperaba que tuviera algo artístico porque me encanta tomar fotografías. Así que es una mezcla de todo, recibes un poco de educación y luego algo de diversión, algo que amo”.
Serio dijo que las exposiciones que son ideales para tomar una selfie se han convertido en una prioridad para los museos a medida que tratan de atraer a un público más joven.
“Es una especie de cambio de paradigma con los museos”, señaló. “Verán, creo que, en los próximos años debido a museos como el Museo del Helado, y múltiples exposiciones y museos temporales de este tipo, los museos atraerán a un público más joven y tratarán de hacer que sus exposiciones sean más táctiles, interactivas y fotografiables”.
Lydia Meléndez, quien se describió como una “aficionada a la pizza”, compró sus entradas al museo desde abril. Para ella, esta experiencia valió la espera.
“Pensé que iba a ser algo aburrido, que iba a entrar y que solo iba a haber un libro sobre pizza y como hacerla. Pero este es definitivamente un museo para recordar”.
Aunque la pizza pudo haber sido el gancho para atraer a los amantes de la comida, el objetivo del Museo de la Pizza es que los visitantes incursionen al mundo de las artes, incluso si la educación se les entrega como una porción de pizza.
“El objetivo demográfico del Museo de la Pizza no es necesariamente la misma clase de personas que hacen visitas trimestrales al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) o a The Frick Collection o al Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA)”, comentó Serio. “Realmente estamos colocando arte en un lugar que es accesible para una gran variedad de personas”.
Tras ser inaugurado a mediados de octubre, el museo cerrará el 18 de noviembre. La entrada cuesta 35 dólares para adultos, niños menores de 5 años y personas de la tercera edad entran gratis.