En lugar de modificar la actual Ley de Hidrocarburos o crear una nueva, lo que se requiere de forma prioritaria es rescatar la industria petrolera, y para ello es fundamental que haya reglas del juego claras que permitan atraer las inversiones que se requieren para alcanzar este objetivo, asegura el economista Luis Oliveros.
Asegura que hay que acabar en el país con ese afán de los venezolanos cuando llegan al poder de cambiar leyes o modificarlas, señalando que con la actual Ley de Hidrocarburos vigentes se puede continuar operando en la industria sin ninguna dificultad.
Admitió que en los últimos años se ha registrado una “caída brutal” de la producción petrolera venezolana, recordando que cuando Chávez asumió el poder la producción estaba en el orden de los 3.500 millones de barriles diarios y cuando asumió Maduro, estaba en 2.800 millones de barriles por días, mientras que en estos momentos la producción, afirmando que lo que ocurre es que el gobierno ha sido “muy mal socio” y no respetó los acuerdos que se habían establecido con las empresas transnacionales con las cuales se constituyeron las empresas mixtas.
Advierte que una modificación de la Ley de Hidrocarburos “generaría mucho ruido”, cuando lo que se requiere es garantizar a las empresas no solamente seguridad jurídica, sino tambien seguridad personal; permitir quie las empresas trabajen en mejores condiciones, puedan repatriar sus capitales, es decir darles las herramientas para que puedan funcionar. Asimismo indica que más que generar ruido, lo que se requiere generarles las condiciones a las empresas socias para que operen eficientemente.
Cuestionó a Hugo Chávez y a sus “asesores petroleros”, cuando acordaron poner todos los huevos en una sola canasta, como es la faja petrolífera del Orinoco, dejando a un lado los campos petroleros tradicionales como los del Zulia y Monagas, advirtiendo que en los últimos 20 años la infraestructura de la industria petrolera es la misma, no hay nuevos pozos, tampoco refinerías.
Oliveros señaló que entre el 2005 y el 2018, Venezuela ha dejado de percibir como consecuencia de la caída de la producción petrolera más de US$ 40.000 millones de dólares.
Insistió en que el principal objetivo de Venezuela es estabilizar la producción petrolera, ya que de lo contrario para el próximo año podría bajar hasta los 800 mil barriles diarios y con los compromisos y obligaciones que tiene la República, el país se quedaría en una posición realmente muy vulnerable al quedar virtualmente sin ingresos.
Si no se recupera la independencia y la producción de la industria petrolera y no se trata por todos los medios de obtener financiamiento internacional para su reactivación, buscando que vuelvan empresas como la Shell y Exxon, no será posible sacar la industria adelante, lo que además ayudaría a sacar a mucha gente de la pobreza en Venezuela, dijo Oliveros en entrevista en la TV.