Las medidas anunciadas por Maduro en el mes de agosto son un rotundo fracaso. La ausencia de una política económica clara por parte del gobierno solo profundiza la crisis de producción y la hiperinflación, que termina afectando a la inmensa población venezolana.
El gobierno no termina de reconocer que vivimos la peor crisis de nuestra historia y que el problema de la balanza de pagos y de deuda externa por su mala administración y corrupción, nos ha arrastrado a más del 90% de pobreza generalizada con una grave situación de abastecimiento de productos básicos, medicinas y servicios médicos, además del presente colapso de los servicios públicos.
Cada día más el gobierno destinó más recursos para el pago de deudas externas retrocediendoaño tras año las capacidades de consumo y de bienestar del venezolano. Desde el año 2013 entramos en un retroceso económico que todavía no tiene fin, y las medidas que quiere impulsar este gobierno no resuelven la causa principal de esta crisis, que es un gobierno corrupto con un modelo económico fracasado.
La reconversión monetaria ya ha perdido vigencia y nunca solucionó el problema del valor de nuestro signo monetario, ya que cada vez sirve menos para lograr el intercambio de la economía y como forma de ahorros del ciudadano. La hiperinflación continúa acelerándose, con los 3 últimos meses por encima de 200% de inflación mensual, lo que ha destruido el aumento salarial decretado en agosto.
Además, el gobierno ha desconocido todo contrato colectivo y cualquier principio de reivindicación laboral y salarial, al romper las tablas salariales e igualar a todos con un salario mínimo que no alcanza para nada.
La solución de la crisis pasa porque este gobierno renuncie a sus prácticas autoritarias y permita la participación de todos los sectores de la sociedad para la construcción de un modelo de país más viable y sostenible, con capacidad de aumentar el bienestar de todos los venezolanos. El reconocimiento de la iniciativa privada para la reactivación del aparato productivo es un principio reconocido universalmente, y los asesores chinos y rusos así se lo han hecho ver al equipo de gobierno.
El control presupuestario es el pilar fundamental para detener la inflación, ya que desde el momento que Maduro desconoció a la Asamblea Nacional, los precios se empezaron a elevar descontroladamente, pues el gobierno es el que estimula a la hiperinflación con presupuestos desequilibrados y sin respaldo.
La participación de todos los sectores es la única manera de acabar con la tragedia que padecemos los venezolanos, con familias separadas, con grandes faltas de alimentos y medicinas y con todas las fallas de nuestra realidad cotidiana. Si todos nos unimos podemos terminar con esta realidad que nos han querido imponer.