Un grupo de migrantes venezolanos que viven en la capital de Colombia dijeron que sus casas fueron saqueadas por una muchedumbre que además golpeó a un hombre hasta matarlo mientras gritaban insultos contra los extranjeros.
El ataque ocurrió la semana pasada después de que surgieran rumores en redes sociales de que los venezolanos que viven en el empobrecido distrito Ciudad Bolívar, en Bogotá, estaban secuestrando niños
Videos tomados con teléfonos celulares durante el ataque muestran a decenas de personas enfurecidas apedreando a un hombre ensangrentado y pateándolo mientras estaba en el suelo. La policía intervino y retiró al hombre del lugar en una motocicleta.
La policía dijo que la víctima, que llevaba tres meses viviendo en Colombia, falleció en el hospital.
Los residentes del vecindario de Acapulco, en el que ocurrió el ataque, se mostraron renuentes a discutir el incidente.
Sin embargo, los sobrevivientes del ataque señalaron el martes que la muchedumbre agredió las casas de otros migrantes venezolanos que viven en las cercanías, aparentemente intentando sacarlos del vecindario.
“Nos rompieron las ventanas y se robaron los muebles”, dijo Jason Zabala, un vendedor de café venezolano que sobrevivió al ataque ocultándose en la casa de un vecino.
Zabala, de 25 años, ahora duerme junto a un grupo de 10 migrantes afuera de un hospital en Ciudad Bolívar y dijo que planea volver a Venezuela en cuanto su hermano, quien recibió cuatro puñaladas, sea dado de alta del hospital. Señaló que no tiene dinero para el pasaje de autobús y que ha mendigado comida los últimos días.
“Ahora no nos queda sino regresar a Venezuela a pie…. aunque pasemos hambre”, declaró. “Pero allá no nos van a humillar”.
La policía informó que investiga el incidente, en el que seis agentes también resultaron heridos.
El jefe de la policía de Bogotá señaló que no había fundamento en las acusaciones de que los venezolanos secuestraban niños.
Más de 1,9 millones de personas han salido de Venezuela en los últimos cinco años para escapar de la crisis económica, el desabasto de alimentos y la inflación que se prevé que rebase pronto un millón por ciento.
Muchos de los migrantes han terminado en Colombia, que ha otorgado permisos de residencia temporal a más de medio millón de venezolanos en los últimos dos años.
Pero conforme los venezolanos continúan llegando a Colombia y otros países de Sudamérica, la discriminación también va en aumento. Brasil desplegó tropas en agosto para proteger a los migrantes después de que una muchedumbre quemó su campamento.