Agentes federales mexicanos han dejado la barricada que formaron en un puente para evitar que la caravana de miles de migrantes centroamericanos avanzara este 27 de octubre con dirección a EE. UU.
Los policías pusieron fin al bloqueo cuando representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México dijeron a la policía que un estrecho rural de carretera sin sombra, sanitarios o agua, no era lugar para negociar.
Los migrantes, deseosos de viajar más al norte antes que les agarre el calor del mediodía, vitorearon mientras continuaban avanzando a pie. Los policías se subieron a autobuses y continuaron por la carretera.
Originalmente, las autoridades habían dicho que iban a reabrir el camino y sólo querían la oportunidad de explicar el plan del presidente mexicano Enrique Peña Nieto de ofrecer albergue, atención médica, educación y empleo a los centroamericanos que decidan quedarse en el sur de México.
La noche del viernes, los migrantes rechazaron el plan en la ciudad de Arriaga, pero dijeron que están dispuestos a discutirlo una vez más cuando lleguen a la Ciudad de México.
Acción de los policías más temprano
Cientos de policías federales mexicanos con escudos de plástico han bloqueado el paso rumbo a Estados Unidos a la caravana de centroamericanos, después de que miles de migrantes no aceptaron la oportunidad de solicitar asilo como refugiados y obtener un paquete de beneficios de México.
El sábado, se llegó a un punto muerto cuando la policía federal bloqueó la carretera citando un operativo en curso para detener la caravana. En el norte de la ciudad de Arriaga, miles de migrantes permanecieron en la carretera esperando avanzar.