Su profunda preocupación por los hechos violentos suscitados el pasado 24 de octubre en horas de la tarde, en la ciudad de Upata, estado Bolívar, cuando grupos violentos presuntamente vinculados con el sector oficialista agredieron a simpatizantes y dirigentes del partido Vente Venezuela, incluyendo a su fundadora María Corina Machado.
Así lo expresa la Confederación Venezolana de Industriales, Conindustria, en un comunicado, al fijar posición ante los recientes acontecimientos ocurridos en el país.
Recuerda que miembros del grupo de trabajo de la ex diputada, aseguraron que fueron emboscados con piedras y palos. Los más afectados por la violencia, además de Machado, fueron los diputados Omar González y Juan Pablo García; mientras que el equipo de prensa de Vente Venezuela y otros participantes de la actividad fueron objeto de robo de celulares y otros artículos de valor.
Ante la gravedad de estos hechos, la Confederación Venezolana de Industriales, Conindustria, quiere expresar públicamente:
- La total solidaridad con la dirigente política María Corina Machado, quien ha luchado durante años y con firmeza en la búsqueda de la restitución de la democracia y la institucionalidad en Venezuela.
- El más absoluto rechazo al uso de la violencia como instrumento para dirimir las diferencias políticas.
- El apoyo al ejercicio de la actividad política como herramienta de resolución de conflictos y generación de una sana convivencia en el país.
- El rechazo al modelo comunista que el gobierno, de hecho y bajo la dudosa legitimidad de la asamblea nacional constituyente, trata de implantar. Situación que ha traído como resultado la destrucción de la economía del país, la quiebra de las empresas y, por consiguiente, la pérdida de puestos de trabajo, crecimiento de la pobreza y marginalización de la sociedad.
Igualmente, repudian la ruptura de la convivencia y la fractura del orden constitucional, como consecuencia del sistema de gobierno que se le está imponiendo a los venezolanos.
Conindustria reitera nuevamente su posición sobre la urgente necesidad de un cambio de modelo político en el país, que sea consensuado entre los diversos sectores que forman parte de la sociedad venezolana, y que permita la restauración de la democracia y la reinstitucionalización del país, así como la reactivación económica a través de la generación de nuevas inversiones que sólo vendrán cuando se genere un clima de confianza, se respete la propiedad y la libre iniciativa del ciudadano, indica el documento.