Rebeldes de la República Democrática del Congo mataron a 15 civiles y secuestraron a una docena de niños en un ataque perpetrado en la región del brote mortal más reciente de ébola, informó el ejército del país el domingo, cuando la violencia amenaza nuevamente con detener las labores cruciales para contener la propagación del virus.
Los rebeldes de las Fuerzas Democráticas Aliadas atacaron puestos militares del Congo y varios vecindarios de la ciudad de Beni el sábado y domingo, dijo el capitán Mak Hazukay Mongha a The Associated Press. La misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas dijo que hubo enfrentamientos entre sus tropas y los rebeldes el sábado en el área de Mayagose, Beni, durante un ataque contra civiles.
Furiosos por los asesinatos, los residentes de Beni llevaron cuatro cadáveres a la alcaldía de la ciudad el domingo por la mañana, donde la policía los dispersó con gas lacrimógeno. Los vehículos de las organizaciones de ayuda y de la misión de paz de la ONU fueron apedreados, reportó la radio Okapi.
Los rebeldes de las FDA han matado a cientos de civiles en los últimos años y son solo uno de varios grupos insurgentes que están activos en el noreste del Congo.
A fines del mes pasado, las labores de contención de un brote de ébola tuvieron que suspenderse durante varios días en Beni luego de un ataque letal. La suspensión de las labores hace que sea más complicado encontrar a sospechosos de haber tenido contacto con víctimas del ébola. Desde entonces, muchos de los nuevos casos confirmados del virus se han reportado en Beni. Los grupos de ayuda se alarmaron cuando la cifra de casos confirmados aumentó en más del doble este mes.
En el brote actual declarado el 1 de agosto, se han registrado 200 casos confirmados de ébola, incluidas 177 muertes.