Más de quince días sin agua por tubería no enviada por Hidrolara obligó a los caroreños a beber el vital líquido gracias a las últimas lluvias caídas en el municipio Torres.
Sin importarles las consecuencias respecto a enfermedades gastrointestinales que pudieran adquirir, amén de los altos costos de medicamentos y la deficiente atención médica en el Hospital Pastor Oropeza, los habitantes de dicha localidad ingieren sedientos de esta agua que han logrado almacenar en distintos recipientes con las “cascadas” que caen de los techos de sus hogares.
Sin bien funcionarios de la Delegatura Torres de Hidrolara no aportan información oficial a la población sobre las causa de la problemática del agua, se ha conocido extraoficialmente que aún no ha sido solucionado el arreglo de la guaya que cedió y afectó la balsa, en cuya estructura se soportan los motores de rebombeo de agua a Carora en la represa Los Quediches.
Otra información no oficial da cuenta de un motor dañado de los cuatro que componen el sistema hídrico, el cual se suma al dramático inconveniente en la mencionada represa, ubicada en la carretera Lara-Zulia, parroquia Las Mercedes, que surte a la red media (zona centro) y red baja (zona oeste) de la ciudad, hoy sin el servicio.
Cabe destacar que el tema de la guaya se supo en el mes de julio
de este año y, a la fecha, tres meses después aún persiste.
En virtud de este hecho, la comunidad de Carora le hace un llamado a la gobernadora del estado Lara, almiranta Carmen Meléndez, para que gestione la solución a la mayor brevedad posible, y además se enfoque en devolverle el agua diariamente a la población, racionada desde hace más de seis años, habiendo dos grandes represas en Torres con suficientes capacidades de almacenamiento para cubrir la demanda actual.