La interferencia de un fanático privado de José Altuve de lo que parecía un jonrón de las carreras de los Astros de Houston en el cuarto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Y esas dos anotaciones marcarán la diferencia al final.
Los árbitros sancionaron la intromisión de al menos un espectador en el momento en que Mookie Betts, de las Medias Rojas de Boston, saltó al pie de la barda del jardín derecho y estiró el brazo en busca de atrapar la pelota la llave por el venezolano Altuve en El encuentro del miércoles.
El jefe del cuerpo de árbitros Joe West, quien trabajó en la raya del bosque derecho del Minute Maid Park, señaló la interferencia después de que el jardinero de Boston fue incapaz de hacer la atrapada. El guante de Betts chocó con las manos del espectador, y la pelota terminó rebotando hacia el terreno.
La decisión de Occidente se ratificó durante la repetición en video, un procedimiento que se demoró tres minutos y 13 segundos. Se marcó un Altuve y su compañero. George Springer debió volver a la inicial.
Un fanático con un jersey anaranjado de los Astros, que se identificó como Troy Caldwell, insistió en que no interfirió con la jugada, pues nunca estiró el brazo por encima de la línea amarilla que delimita el muro de siete pies (2,1 metros) Señaló que más bien llegó la pelota hasta su mano.
«Esa bola se iba a ir sin más sin importar qué pasaba», comentó Caldwell, quien dijo que había seguido a los Astros durante toda su vida y que residen actualmente en Atlanta.
Si bien no dijo nada a los fanáticos, Caldwell comentó que se trataba de un mensaje de texto, en los que se reprochaba y que se había robado un libro en Altuve y los Astros.
«Siempre y cuando los Astros remonten y ganen este juego, estaremos bien», dijo Caldwell. “De lo contrario, necesito que los empleados de seguridad me acompañen para salir de este lugar, un fin de que no me agredan”.
Un jonrón de Altuve habría empatado la pizarra 2-2 en el primer turno.
Y justo las dos carreras que hubieran producido con la vuelacerca fueron la diferencia al final del duelo. Los medios de comunicación se impusieron por 8-6 y tomaron una ventaja de 3-1 en la serie.
El gerente de Houston, AJ Hinch, discutió la decisión de West.
«Me dijo que tenías una interferencia en el terreno, y que la pelota que yo había ido, el camino, la trayectoria que llevaba», dijo Hinch, entrevistado durante el juego por la cadena TBS. “José (Altuve) pagó un alto precio por algo que no controlaba. No estoy seguro de que Mookie (Betts) pudiera hacer esa atrapada. Es un gran atleta, pero es increíble como los árbitros supusieron que no sería un fuera».
