Los radiantes duques de Sussex emocionaron a las miles de personas que los esperaban en el exterior de la Opera de Sydney este martes durante su primer encuentro con el público desde que se anunció el embarazo de Meghan Markle.
El príncipe Enrique y Meghan pasaron más de 20 minutos previstos hablando y saludando a los curiosos. La duquesa, vestida con una gabardina de color beige sobre un vertido crema sin mangas de la diseñadora australiana Karen Gee, recopiló cartas y flores de la entusiasta audiencia.
La noticia del embarazo se anunció tras la llegada de la pareja a Sydney el lunes, 15 horas antes de su primera aparición pública. Los duques realizan una gira de 16 días por Australia, Fiyi, Tonga y Nueva Zelanda que, según el personal del Palacio de Kensington, no se verá alterada por el primer embarazo de la exactriz estadounidense.
Entre los sorprendidos por el anuncio estaban sus anfitriones en Sydney, el gobernador general, Sir Peter Cosgrove, y su esposa, Lady Lynne Cosgrove. El gobernador, que representa a la reina Isabel II, jefa de Estado de Australia y abuela de Enrique, envió a su personal a comprar a toda prisa un canguro de felpa con una cría en su bolsillo y un par de botas de piel de oveja australiana para su invitada.
«Aquí tienen el primer regalo para el cuarto del bebé”, dijo el gobernador a la pareja durante la ceremonia de recepción en su residencia oficial, Admiralty House.
«Gracias, es muy amable”, dijo Meghan al recibir el regalo.
Enrique, de 34 años, y Meghan, de 37, además del príncipe Guillermo y de su esposa, Catalina, duquesa de Cambridge aumentaron su agenda pública en el último año mientras la reina, de 92 años, redujo ligeramente la suya.