Entre el 2013 y el 2019 se pudiera registrar la pérdida del 50% de la economía venezolana, mientras que durante este año el Producto Interno Bruto va a caer por quinto año consecutivo, revela el economista Manuel Sutherland, quien advierte que vamos en camino de un récord de ser la cuarta o quinta economía en registrar la mayor caída en el siglo XXI, indicando que estamos en presencia de un “Tsunami económico”.
Señala que hay documentos del Instituto Cato que habla de economías que han sido destruidas como las de Libia e Irak por razones bélicas, pero Venezuela se identifica como la primera economía no destruida por la guerra, afirmando que revisando las cifras se puede llegar a la conclusión de que la economía se va a destruir hasta la mitad, es decir que vamos a tener la mitad de la economía del año 2013, cuando la economía creció a 3,5% del PIB, teniendo más población.
Consultado en torno a las posibilidades de salida de esta situación, afirmando que tenía la “microscópica esperanza” que con el plan de recuperación económica se produciría algún cambio, ya que había escuchado algunas cosas como el “deficit fiscal cero”, indicando que no las creyó ciertas, pero pareciera que se iba hacia una cierta disciplina monetaria, fiscal, no escrita pero si relativamente formal.
Revela Sutherland que la emisión de dinero inorgánico continua, recordando que el Gobierno aumentó el salario en 37veces, algo verdaderamente increible, y esto requiere multiplicar la base monetaria por 4 o por 5 solo en la primera etapa.
“Yo estoy de acuerdo en que se suba el salario real de la clase obrera, lo que pasa es que con estos aumentos de salario nominal, ni suben el salario real de los trabajadores, no aumentan el poder adquisitivo de la clase obrera. Suponiendo que el costo de la canasta básica mensual es de 30 mil bolívares, se decreta que ahora el salario va a ser de 30 mil bolívares, pero ess decreto que se fundamenta y se paga con dinero inorgánico, va a hacer que esa canasta aumente de precio porque no va a haber un respaldo productivo, para que el trabajador pueda cobrar eso, y esto es lo que no ha ocurrido. Hay una data que publique en un artículo, que dice que el Presidente Maduro en su gestión ha aumentado el salario en 10 millones por ciento desde el 2014 al 2018, pero el salario real o sea el poder adquisitivo de la clase obrera ha bajado en casi un 87%”, asegura.
Aumentos nominales no aumentan el salario real
Explica además que aumentos nominales de salario no incrementan el poder adquisitivo de la clase obrera, además hay una gran cantidad de empresas que no pueden sostenerlos y empiezan a cerrar y quebrar, y el Estado para sostener una nómina de 3,5 millones de personas activas, 3 millones de jubilados, 2 millones de personas que están dando vueltas, más las de las Pyme que son más de 10 millones de personas en nómina, requiere una expansión de la base monetaria, de dinero inorgánico, sin precedentes históricos y esto es lo que se está observando y es lo que hace que la inflación se dispare a un ritmo completamente voraz y astronómico.
“Estos aumentos compulsivos traen desempleo, más quiebras y genera más problemas a la clase obrera que los que mejora”, afirma el economista.
Admite que los trabajadores necesitan un salario real mucho más alto, pero la forma de tenerlo no es aumentándolo compulsivamente, dijo que se habla de un nuevo aumento salarial de por lo menos un 50%, lo que calificó como “un disparate”, recordando que el Estado recoge mucho menos en impuestos porque la actividad comercial se ha venido abajo, la mayoría de los comercios están cerrados, los que están abiertos tienen sus estantes vacíos o hay una clientela muy reducida y eso hace que haya ingresos menores; la producción de las empresas estatales ha caído, la extracción de petróleo también ha caído y va a ser la primera vez en la historia venezolana que un boom en los precios petroleros no sea aprovechado.
“Entonces, en ese contexto no hay manera alguna de financiar un aumento salarial sin recurrir a la emisión de dinero inorgánico o sin respaldo, que ha batido todos los récord históricos y amenaza con batir los records que se han batido hasta ahora, pero por mucho en los meses de noviembre y diciembre cuando se reciben los aguinaldos y aparte de esto hay algunas políticas que hablan del bono hallaquero, el bono niño Jesús, bono Reyes Magos, bonos que pueden dar 13 o 14 meses de utilidades, que es un ingreso adicional para la clase obrera, pero traerá consecuencias muy fuertes en materia de inflación, que es lo peor que le puede pasar a esta sociedad”, dijo Manuel Sutherland en entrevista radial.