El grupo Estado Islámico asaltó un campamento de desplazados en el este de Siria y se llevó secuestrados a decenas de civiles, informaron el sábado una milicia respaldada por Estados Unidos y un grupo que monitorea la guerra.
El suceso ocurrió el viernes en la provincia de Deir el-Zur, donde en medio de un clima inclemente han estallado combates cruentos entre el Estado Islámico y las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), un grupo respaldado por Estados Unidos.
Las FDS dijeron en un comunicado que el asalto en el campamento Hajin causó la muerte de 20 milicianos de ISIS y «varios» combatientes de las FDS. Añadió que los agresores de ISIS tomaron a la fuerza a varios civiles hacia el último reducto que le queda al grupo en esa región.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, un grupo que monitorea la guerra desde Gran Bretaña, dijo que unas 130 familias fueron secuestradas y que hay temores de que el Estado Islámico las mate.
Añadió que las familias en su mayoría incluyen mujeres extranjeras, entre ellas viudas de combatientes de ISIS que fueron abatidos antes en la guerra.
Desde que el grupo extremista perdió gran parte del territorio que controlaba en Siria e Irak los dos últimos años, ha recurrido a ataques contra civiles en un intento por mantener su protagonismo en el conflicto.
La zona donde ocurrió el asalto el viernes está al borde del último reducto que le queda al Estado Islámico en Siria. Han estallado combates intensos en esa zona desde el miércoles, en medio de una tormenta de arena. Excluyendo los muertos en este ataque más reciente, el Observatorio dijo que en los últimos tres días han perecido 37 combatientes de las FDS y 58 del Estado Islámico.
Las FDS lanzaron el mes pasado una ofensiva para conquistar los últimos territorios que le quedan a ISIS.