Al menos 60% de la asistencia médica disponible en 2011 se perdió entre 2012 y 2017; prestada por servicios de salud públicos a 82% de la población usuaria. De 27 millones de personas censadas en 2011, 56% pudo ir a un servicio médico; 6,7 millones (45%) iba a hospitales públicos, 1,5 millones (10%) a hospitales y ambulatorios de la seguridad social y 3,5 millones (23%) a centros privados.
Además, 5,5 millones (37%) iba a consultorios y centros de atención primaria de Barrio Adentro y 4,4 millones (29%) a los ambulatorios de la red pública.
Según el censo, los servicios de salud públicos recibían 82% de la demanda de asistencia médica.
Entre 2012 y 2015, la proporción de camas ocupadas en los hospitales públicos
cayó 40% y, entre 2014 y 2015, la cantidad de personas atendidas a diario en consultas, emergencias y partos se redujo 58%, de acuerdo con las últimas estadísticas de rendimiento publicadas por el Ministerio de Salud en su Memoria y Cuenta.
Además, según ENCOVI 2017, Barrio Adentro perdió 96% de sus beneficiarios entre 2015 y 2017.
Ese año, el único hospital público del estado Amazonas estaba en cierre técnico.
Centros de salud sin condiciones óptimas
El riesgo de fallecer en un hospital público es bastante alto, causando extrema vulnerabilidad a las personas por la precariedad de las condiciones de atención. La mayor parte de los establecimientos de salud públicos presentan serio deterioro de sus plantas físicas, no cuentan con suficiente personal y materiales de limpieza, una adecuada disposición de residuos ni suministro regular de agua. Estas condiciones inadecuadas de saneamiento favorecen infecciones intrahospitalarias y 50% de los hospitales con servicios complejos no cuentan con laboratorios de bacteriología.
Entre 2017 y 2018 fallecieron 12 niños y adolescentes que se dializaban en el Hospital Infantil J.M. de los Ríos por infección bacteriana en los tanques de agua y filtros de las unidades. En un año se duplicó el número de muertes infantiles en este hospital, pasando de 79 a 160; las tres primeras causas fueron el shock séptico, la neumonía y la desnutrición.
Entre 2016 y 2018, también fallecieron 16 niños y niñas por bacteria Serratia Marcescens en el Hospital Pediátrico Dr. Agustín Zubillaga del estado Lara (hubo 147 contaminados). De igual modo, entre diciembre de 2017 y febrero de 2018, se denunció la muerte de 112 recién nacidos en la Maternidad Santa Ana de Caracas por bacteria Klebsiella Pneumoniae.
Fuente: Reporte Nacional EHC Derecho a la salud septiembre 2018