Día del Encuentro Entre Dos Mundos, de la Identidad Nacional, de la Resistencia Indígena. Día de la pugna ideológica de dos corrientes políticas que se enfrentan en el país para apoyar o repudiar un evento histórico pasado. De cualquier manera, para nosotros, día propicio para hacer algunas reflexiones de las cuales podemos sacar una enseñanza espiritual.
Seguramente muchos rememorarán con nostalgia tiempos de niños. Cuando dibujábamos con entusiasmo aquellos hermosos barcos: La Pinta, La Niña y La Santa María Quizás era una forma de dominación ideológica, como dicen los socialistas, pero fuimos muy felices. Ahora, hay otra forma de dominación ideológica, abierta, que no hace feliz a muchos.
Pero hoy queremos hablar de este término el cual ha quedado en desuso. Existe opinión mayoritaria entre los especialistas en que es inadecuado el uso del término “raza” para referirse a cada uno de los diversos grupos humanos y se considera que es más apropiado utilizar los términos etnia o población. Vemos entonces que el concepto de raza no tiene ninguna vigencia científica, pero sí política. Porque el racismo es una realidad histórica.
Se debe insistir en la unidad de la especie humana y el origen común de todos los seres humanos. Las diferencias que existen entre los grupos humanos no justifica en absoluto la superioridad de uno y la inferioridad de otros. Las relativas diferencias que pueden existir entre ellos son productos de la historia cultural de cada uno y no de factores biológicos. Sin embargo, lograr eso es imposible, porque la naturaleza humana caída, por la intromisión del pecado no deja; y estas conductas anticristianas, racistas, excluyentes seguirán multiplicándose. Lo seguiremos viendo.
Finalmente, nos encontramos frente a una sola raza: La raza humana. Según las últimas conclusiones de la UNESCO, todos los hombres que viven hoy día pertenecen a la misma especie y descienden del mismo tronco. José Marín González, Doctor en Antropología de la Universidad La Sorbona de París afirma. “Las razas no existen, ni biológicamente ni científicamente. Los hombres por su origen común, pertenecen al mismo repertorio genético. Las variaciones que podemos constatar no son el resultado de genes diferentes. Si de «razas» se tratara, hay una sola «raza»: la humana. ¿Cómo les parece?
Y es allí donde queríamos llegar. Por cuanto Dios ya lo había expuesto en Las Sagradas Escrituras. Numerosos textos certifican que Dios creó La raza Humana y lo hizo a su “imagen y semejanza”. Darwin desapareció como teoría viable para explicar el origen del ser humano. !Gracias a Dios!. La Biblia es el compendio donde está el plan de salvación que nuestro Creador estableció para la raza caída. Es la Salvación de la raza humana la razón de ser de nuestro Dios en este planeta.
“Y aunque el pecado existió durante siglos, procurando contrarrestar la misericordiosa corriente de amor que fluye de Dios hacia la raza humana, el amor y el cuidado que Dios ofrece a los seres que creó a su propia imagen no han cesado de crecer en riqueza y abundancia. «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (Juan 3: 16). Libro Alza tus Ojos. Hene White. Hasta la próxima semana Dios mediante por la web.
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