Tras las declaraciones de los relatores de derechos humanos de la ONU y OEA sobre el sistema de salud en Venezuela, la organización no gubernamental Madres y Padres de los Niños por Venezuela (Mapani), publicó este 2 de octubre el informe oficial en el cual se especifican las violaciones del derecho a la vida de los niños y niñas por infección de bacteria instrahospitalaria serratia marcescens en el Hospital Universitario de Pediatría Dr. Agustín Zubillaga (HUPAZ) de Barquisimeto.
En el documento se especifica que la nación petrolera está en una Emergencia Humanitaria Compleja y «cuyas manifestaciones en el derecho a la salud son el menoscabo sistemático de las capacidades del sistema sanitario público y la negación de disponibilidad y acceso a condiciones mínimas de atención médica, incluyendo las que ha ofrecido la asistencia humanitaria internacional, comprometiendo así la vida de millones de personas, especialmente la de los niños, niñas y adolescentes como poblaciones más vulnerables».
El informe recoge al menos 147 víctimas de niños y niñas menores de 1 año y otras edades, donde se desconoce oficialmente el número de muertos de esta cifra de casos. Mapani conoce por lo menos de 25 muertos, la mayoría con menos de 28 días de nacidos, desde 2016 hasta el primer trimestre de 2018. Estas muertes ocurrieron en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga (HUPAZ), ubicado en la ciudad de Barquisimeto del estado Lara en Venezuela, por violación del derecho a la vida y a la salud como consecuencia de la inacción de las autoridades locales y nacionales para garantizar condiciones adecuadas y calidad de atención a la salud de las personas atendidas en este centro asistencial, ante un brote de contaminación de la bacteria Serratia Marcescens.
Estado incumple con sus responsabilidades
Mapani asegura que «el incumplimiento de las obligaciones constitucionales e internacionales ha traído como consecuencia que miles de personas hayan perdido la vida y que millones sean afectadas en su estado físico y mental, especialmente los niños, niñas y adolescentes y sus familias».
Actualmente, «no existe en el país un sistema sanitario público que garantice una atención mínima adecuada a las personas. La mayoría de los centros asistenciales presentan un grave deterioro de su infraestructura física, lo cual genera problemas de hacinamiento, insalubridad y paralización de las unidades de atención, aunado a la interrupción frecuente de suministro de agua potable, la falta de saneamiento y las fallas continuas de electricidad».
Estas condiciones inadecuadas de atención en los centros de salud públicos, han provocado la reaparición de brotes infecciosos intrahospitalarios que son altamente prevenibles por medio de la implementación de medidas de higiene y control de factores ambientales, de conformidad con los protocolos de la Organización Mundial de la Salud, se manifiesta en el documento.
-Además, los hospitales públicos no cuentan con los insumos y medicinas necesarias para tratar los motivos de consulta, lo cual aumenta la probabilidad de que las personas mueran por falta de atención. Ante estas precarias condiciones, las autoridades del Estado no dan respuesta, niegan que exista una crisis o emergencia humanitaria en el país y en el campo de la salud y toman represalias contra las personas que denuncian las violaciones de los derechos humanos, incluyendo el derecho a la salud de todas las personas que requieren de la disponibilidad, accesibilidad y calidad de atención médica en el sistema sanitario.
#INVESTIGACIÓN | 11 niños murieron por serratia marcescens en Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga