El papa Francisco pidió el sábado a los cristianos del mundo a rezar para proteger a la Iglesia de “los ataques del demonio”, en su más reciente respuesta al escándalo por abusos sexuales perpetrados por curas.
Un comunicado del Vaticano parece ser una respuesta indirecta a las acusaciones de que el mismo pontífice, y antes de él, otros encumbrados líderes eclesiásticos, fueron cómplices en el encubrimiento de un ex cardenal estadounidense.
Francisco pidió a los católicos del mundo unirse y orar el rosario todos los días de octubre “para proteger a la Iglesia del demonio, que siempre está tratando de dividirnos de Dios, de sembrar la división entre nosotros”, dice el comunicado.
Al mismo tiempo, Francisco pidió plegarias para que la Iglesia se concientice sobre «su culpabilidad, sus errores y sus abusos, en el presenta y en el pasado, para que podamos combatir sin tregua a fin de impedir el triunfo de la maldad”.
Francisco calificó al demonio que “El Gran Acusador, que merodea por la Tierra buscando maneras de acusar”.
El Vaticano no dijo si Francisco se referí a su ex embajador, arzobispo Carlo María Vigano, quien ha acusado a Francisco de rehabilitar al ex cardenal Theodore McCarrick a pesar de que el papa Benedicto XVI lo había penalizado por reportes de que tenía relaciones con seminaristas.