Más de una semana después de que Florence tocó tierra en Carolina del Norte, las inundaciones continuaban en el este del estado.
El gobernador Roy Cooper dijo el sábado que nueve medidores de los ríos del estado están en nivel máximo y cuatro otros en moderado, mientras que algunas secciones de dos carreteras continuarán bajo agua por una semana más. Los funcionarios de emergencias dijeron que los residentes cuyos hogares resultaron dañados o quedaron destruidos comenzarán a mudarse a habitaciones de hotel en los próximos días.
“El huracán Florence hirió profundamente a nuestro estado, heridas que no desaparecerán pronto hasta que las aguas finalmente retrocedan”, dijo Cooper.
Carolina del Sur también ordenó más evacuaciones a medida que aumentan las crecidas de los ríos tras el paso de una tormenta que ha provocado la muerte de por lo menos 43 personas desde que comenzó a azotar la costa hace una semana.
La pequeña comunidad agrícola de Nichols, en Carolina del Sur y ubicada a 65 kilómetros (40 millas) de la costa, quedó completamente inundada, dijo el alcalde Lawson Batter el sábado. Describió la situación como “peor que Matthew”, el huracán de 2016 que destruyó el 90% de las 261 viviendas de la localidad.
Battle indicó que las inundaciones causadas por Florence han acabado con alrededor de 150 casas que fueron reconstruidas tras Matthew.
“Es un desastre”, manifestó Battle, quien esperaba la visita del gobernador Henry McMaster. “Trataremos de hacer todo lo que podamos para recuperarnos… pero necesitamos de la ayuda estatal y federal”.
En Wilmington, ciudad que quedó aislada del resto de Carolina del Norte por las inundaciones causadas por Florence, las autoridades dijeron que ya identificaron tres rutas seguras hacia la ciudad. Pidieron a la gente evitar viajar en zonas en las que continúa el riesgo de inundaciones.