“La educación en Venezuela entró en fase de agonía. Hoy hay un año escolar que no está comenzando en Venezuela”, aseguró la tarde de este lunes el presidente nacional de la Alianza del Lápiz, Antonio Ecarri, tras evaluar la jornada de vuelta a las aulas de este lunes 17 de septiembre.
Reiterando que no hay bolsillo de padres venezolanos que pueda saldar uniformes, ni útiles, transporte y mucho menos alimentación de los estudiantes; Ecarri precisó que la escuelas venezolanas tienen las peores condiciones de todas las épocas: “No hay PAE (Programa de Alimentación Escolar), ni maestros, y un universo de cerca de 400 escuelas privadas cerraron sus puertas”.
“El otrora sistema educativo modelo de América Latina, del modelo que hizo posible que el hijo del obrero fuera a la universidad, no queda ni sombre porque se lo tragó el socialismo, lo borró. Hay un ano escolar que no comienza, no está comenzando, ni va a comenzar; y no hay medidas por parte del gobierno que de indicio que esta realidad va a cambiar”, apuntó el educador.
Agregó al respecto que la educación criolla atraviesa su peor momento desde el decreto con el que Antonio Guzmán Blanco decretó la gratuidad de la educación a finales del Siglo XIX. Recordó en el mismo orden que, por decreto del presidente Raúl Leoní, con el que ordenó la expansión de la educación gratuita obligatoria, el Estado entregaba útiles, uniformes, garantizaba el transporte y la alimentación.
Sobre las cifras que maneja la Fundación Arturo Uslar Pietri, en entrevista con Idania Chirinos para la cadena internacional NTN 24, ahondó que al término del año escolar 2017-2018 se registró un ausentismo escolar en centros de educación básica de la capital fue de 40%, mientras que en los liceos superó el 65%. “No van porque no hay pupitres, la escuelas se están cayendo. Es un sistema que entró en fase de agonía”, insistió.
Sobre la crisis económica que arropó a la educación pública y privada, Ecarri puntualizó que, más allá de la crisis económica que sufren todos los sectores productivos del país, el peor de todos los daños que ha traído la revolución es a la educación venezolana. Instó al gobierno nacional a dejar la politiquería de lado y convertir de una vez por todas a todas las escuelas en comedores para frenar la malnutrición y desnutrición que hoy afecta a los niños y jóvenes venezolanos.