Un hombre armado mató a cinco personas, entre ellas su esposa, antes de suicidarse cuando un policía del condado de Kern se le acercaba, informaron las autoridades.
Por el momento se desconocía qué provocó el ataque ocurrido el miércoles en una vivienda y en un negocio en Bakersfield, a unos 145 kilómetros (90 millas) al norte de Los Ángeles.
«Obviamente, estas no fueron balaceras aleatorias», declaró el jefe de la policía del condado de Kern, Donny Youngblood, a la televisora KERO-TV. Seis personas fallecieron en un corto periodo de tiempo, agregó.
El hombre se presentó primero en un negocio de camionetas acompañado por su esposa poco antes de las 17:30 horas, donde confrontó a otro hombre.
«El sospechoso, el esposo, le disparó a la persona en la empresa de camionetas, volteó y le disparó a su esposa», antes de perseguir y balear a otro hombre que se presentó allí, apuntó Youngblood.
Entonces, el pistolero fue a una casa donde mató a otras dos personas, un hombre y una mujer, añadió el jefe de la policía.
Más tarde secuestró a una mujer mientras manejaba con su hijo a bordo de un auto. La mujer y el menor huyeron y el sospechoso hasta una autopista donde fue visto por un policía, relató Youngblood.
El sospechoso vio al agente y aparcó en un terreno. Cuando el agente lo confrontó a punta de pistola, el sospechoso se disparó en el pecho, explicó el jefe de la policía.
No se reveló de inmediato la identidad del hombre.
Excepto por la esposa del sospechoso, por el momento se desconoce si las víctimas podrían estar relacionadas. Unas 30 personas fueron testigos de las balaceras y estaban siendo interrogadas por las autoridades, dijo Youngblood.