Un tribunal peruano condenó el martes a cadena perpetua a Abimael Guzmán, líder del grupo terrorista Sendero Luminoso, por un atentado con coche bomba que mató a 25 personas en Lima.
Los jueces de la Sala Penal Nacional encontraron a culpable a Guzmán por los delitos de terrorismo y asesinato causados tras la detonación de un auto cargado con 400 kilos de explosivos en una zona capitalina de clase media en julio de 1992, donde además de los muertos fueron heridas otras 155 personas.
Esta es la segunda condena a perpetuidad que recibe. La primera fue emitida en 2006 por ordenar la muerte de 69 peruanos en la aldea andina Santiago de Lucanamarca en 1983.
Los otros nueve miembros de la cúpula, entre los que se encontraba la pareja de Guzmán llamada Elena Iparraguirre, también fueron condenados a perpetuidad. Todos apelaron la sentencia con la que culminó el proceso judicial que empezó hace cuatro años.
El juicio se desarrolló en una sala judicial ubicada dentro de una cárcel militar a orillas del Pacífico donde Guzmán, un exprofesor universitario de filosofía de 83 años, está preso tras ser capturado en septiembre de 1992 cuando comenzó la caída del grupo terrorista que provocó un baño de sangre en Perú desde que empezó su lucha armada para conquistar el poder a inicios de 1980.
Los senderistas por momentos se quedaban dormidos, bostezaban o cruzaban los brazos mientras escuchaban durante seis horas la lectura de los argumentos jurídicos de parte de dos relatoras que cargaban un grueso bloque de papeles blancos donde estaba escrita la sentencia de los jueces René Martínez, Edhin Campos y Hans Contreras.
Los jueces también pidieron a los senderistas pagar una reparación civil de 599.000 dólares.
El ataque con un coche que estalló en una zona limeña de clase media en julio de 1992 causó destrozos materiales en un radio de 300 metros. Desde inicios de ese año hasta julio, Sendero Luminoso había hecho explotar 30 carros bomba en otras partes de la capital. Las acciones formaban parte de la ofensiva más intensa contra Lima que incluyó asesinatos selectivos de dirigentes vecinales en los barrios humildes de la periferia.
Los jueces afirmaron que la cúpula de Sendero Luminoso admitió durante el juicio que se realizaron más de 100.000 acciones armadas durante las dos décadas de violencia que sometieron a Perú pero que los responsables solo han sido procesados por 72 acciones que abarcan un periodo entre 1980 y 1991.
En la actualidad, según analistas, Sendero Luminoso cuenta con no más de 200 combatientes y su refugio es la principal zona productora de cocaína de Perú, el valle amazónico de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro.
Entre 1980 y 2000 Perú vivió un conflicto armado interno que enfrentó de un lado a las fuerzas de seguridad y los comités campesinos de autodefensa y del otro a Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Una comisión de la verdad calcula que la cifra de muertos podría haber alcanzado los 70.000.