La corporación internacional de neumáticos Pirelli anunció el viernes el cese de las actividades en Venezuela, que mantuvo por 28 años, luego de la venta de su filial local, con lo que se suma a la lista de empresas extranjeras que han dejado el país suramericano agobiado por una compleja crisis económica y social.
Pirelli, que tiene como accionista a la empresa estatal China National Chemical Corp. y mantiene su sede en Milán, indicó en un comunicado difundido en su página web que alcanzó un acuerdo con un consorcio de empresarios sudamericanos y la empresa Sommers International para la venta de su filial venezolana, cuyo monto no se especificó.
La corporación, que es una de las mayores fabricantes mundiales de neumáticos que abastece a los autos de carrera de Fórmula Uno así como algunas marcas de vehículos de lujo, descartó que la decisión tenga algún impacto financiero.
En la filial venezolana laboran unas 860 personas.
La planta local de Pirelli, ubicada en el estado central de Carabobo, paralizó temporalmente las actividades a finales del agosto debido a la falta de materia prima, según indicaron dirigentes sindicales. Durante este año la fabricante de neumáticos suspendió en al menos tres oportunidades la producción por falta de materia prima.
Numerosas empresas locales e internacionales han paralizado operaciones o limitado la producción debido a las dificultades para importar materia prima, situación que ha profundizado los problemas de escasez, recesión económica e inflación, que se ubicó en agosto en 223,1% y alcanzó una tasa anualizada de 200.005%, según cálculos que la Asamblea Nacional, que controla la oposición.
En mayo pasado la filial local de la compañía estadounidense Kellogg’s anunció la suspensión de sus operaciones ante la crisis.
Kellogg’s ingresó en la lista de multinacionales extranjeras como Bridgestone, Halliburton, Ford Motor y Procter & Gamble que redujeron el ritmo de sus actividades o abandonaron sus inversiones en Venezuela.
El presidente Nicolás Maduro activó en agosto un plan para recuperar la economía que implicó una reconversión monetaria, un aumento del salario mínimo de más de 3.000%, un incremento del Impuesto al Valor Agregado, un ajuste de los precios de la gasolina y una unificación de la tasa de cambio que representó una fuerte devaluación.
El ministro de Economía y Finanzas, Simón Zerpa, anunció el viernes que se adoptará un esquema de «libre convertibilidad» de la moneda en todo el territorio nacional, aunque no precisó si se mantendrán las restricciones en los montos de adquisición de divisas que establecieron el mes pasado. En Venezuela está vigente desde el 2003 un control de cambios.
Zerpa dijo, en una transmisión de la televisora estatal, que como parte del nuevo convenio cambiario se permitirá a las empresas exportadoras privadas conservar 80% de las divisas generadas y vender 20%, y se autorizará a las empresas para que negocien en moneda local títulos valores emitidos en dólares.