Es cada vez más usual ver en restaurantes o en fábricas de China la presencia de robots que sustituyen a personas cumpliendo la misma tareas u otras. Todo esto es parte de un plan que lleva acabo el gobierno de ese país llamado «Made in China 2025».
El primero en impulsar la idea fue el presidente del gobierno chino, Xi Jinping quien en 2014 aseveró en una alocución que en se debía de iniciar una «revolución de robots” en las industrias, calificándolo de «prioridad».
De acuerdo al plan del Ejecutivo chino, existen 10 sectores claves para el desarrollo del país y el objetivo es ubicar a la gran nación al nivel de los rivales en tecnologías punta, como Estados Unidos y Alemania.
Y parece que lentamente está dando resultado, pues según registros la Federación Internacional Robótica publicó que China con 1.500 millones de habitantes agregó alrededor de 87.000 nuevos robots industriales en 2016, por lo que estas máquinas estarían tomando el protagonismo.
Sin embargo esto ha ocasionado que en China se hayan eliminado unas 400.000 puestos de trabajo, lo que ha generado críticos de ciudadanos chinos quienes no quieren perder sus puestos de trabajo.
Algunos clientes que asisten a los restaurantes con robots camareros no están del todo contentos. Según un diario local «los camareros robotizados de dos restaurantes cantoneses, sino que no sirven realmente los platos, algo que enfada a los clientes, solo acercan las bandejas y los clientes deben tomar lo que allí se encuentra.