La fatal situación de los pacientes crónicos en Venezuela cada vez se agudiza debido a la negativa del Gobierno nacional de entregar los medicamentos que estos necesitan para tener mejorar su cuadro clínico o al menos su calidad de vida.
En el caso del estado Lara, este 31 de agosto un grupo de ellos se concentró en las puertas del Hospital Pastor Oropeza, perteneciente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), para hacerle un llamado de atención a Nicolás Maduro y manifestar todas las carencias que están padeciendo desde hace poco más de un año.
«Estamos dándole la responsabilidad al Gobierno nacional porque no cumple con nuestro tratamiento, las quimioterapias no llegan, las insulinas no llegan, las diálisis quedan incompletas, estamos viviendo una situación demasiado grave, todos los días fallecen pacientes crónicos, estamos totalmente desamparados, solicitamos la ayuda humanitaria e internacional. No queremos morir, queremos vivir», refirió Susana Mujica, paciente renal y diabética.
Muji aseguró que el tan comentado plan 0800 Salud (lanzado por Maduro a principios de año en el que un paciente llama al mencionado número para pedir los medicamentos) es «un fraude, no funciona, no entregan nada, solo Dios sabe lo que estamos viviendo».
Los pacientes dijeron que protestaban frente al IVSS porque es la única institución pública en la que pueden conseguir los medicamentos gratis, sin embargo estos no han sido despachados en más de un año, lo que ha originado que muchos tengan que gastar más de Bs. F. 100.000.000 por una sola ampolla.
La paciente María López aseveró que «todo elevó su precio después de la reconversión monetaria y el aumento del salario. Si una ampolla solamente costaba 50 millones de bolívares, pasó a costar más de 100 millones y la mayoría de pacientes ni siquiera tienen como pagar eso porque no trabajan debido a estado de salud».
«No dejan pasar las medicamentos en la frontera»
La negativa que mantiene Nicolás Maduro de abrir un canal humanitario por la falta de medicinas, genera que quienes reciben donaciones desde el extranjero se les dificulte tener acceso a lo que sus familiares, amigos u organizaciones les envíen.
Una de las afectadas por esto es la señora Rosa Elvira de Mujica, una paciente oncológica desde hace 3 años, que debido a su cuadro clínico, tuvo que vender su microempresa y ahora vive de las remeses que su hija le envía desde Colombia, país al que tuvo que ir para ayudar a Elvira y su esposo.
«Por favor Maduro, póngase una mano en el corazón, si es que lo tiene. nos dejen pasar los medicamentos que nos donan o regalan porque no los dejan pasar tampoco, lo digo con mucho dolor», señaló de Mujica antes de sollozar en el pecho de su pareja.
Ella dijo que a sus 52 años «aún estoy muy joven con todo una vida por delante (…) Tengo unas hijas bellísimas y unas nietas preciosas y un esposo que me acompaña en todo momento… Yo quiero seguir viviendo, no quiero morir».