Los conductores españoles afrontaron un costo adicional de 12.000 millones de euros por el pago del combustible que han tenido que asumir el ascenso de la cifra a 149.600 millones de euros «El principal fallo de la actual regulación de las emisiones CO2 de los coches y vehículos comerciales nuevos ha sido la incapacidad para llevar las reducciones de las emisiones a la carretera» alega informe al que tuvo acceso Europa Press.
El próximo 1 de septiembre entrará en vigor el nuevo WLTP, la cual es la nueva vara de medida de consumos y emisiones cuyo principal objetivo es el resultado que realicen los laboratorios, según el documento, añade que esta situación acumularía unas emisiones extra de 264 millones de toneladas de CO2 en este período, sin embargo los automóviles vendidos a partir del 2019 tomarán como referencia un nuevo ciclo.
Del total de 149.600 millones de euros que los conductores de los 28 principales países europeos abonaron de forma adicional por la diferencia entre el consumo real y el homologado, 23.400 millones de euros se registraron únicamente en 2017. Por lo tanto se esperan resultados donde se pueda lograr una reducción de emisiones del 15% de la Comisión Europea para el 2025, donde exista un ahorro de emisiones de 108 millones de toneladas hasta 2030.