Según la organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad (UVL), en el primer semestre del 2018, fallecieron más de 160 reos por las “infrahumanas” condiciones de los calabozos.
La ONG señaló que en los Centros de Detención Preventiva (CDP) se observó un incremento considerable de muertes bajo custodia y responsabilidad del Estado.
El informe destacó que la hiperinflación, la falta de transporte y la pobreza han ocasionado que los familiares de los reos no estén en capacidad de hacerse cargo, a diario, de las necesidades de alimentación, higiene personal y salud.
Detallaron que el primer semestre de 2017, en 89 Centros de Detención Preventiva, perdieron la vida 27 privados de libertad.