Menudean las protestas en distintas regiones, distintos sectores y por distintos motivos. Pasan de tres mil en lo que va de año, según informa el diputado Carlos Paparoni. El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, habla de ochocientos cincuenta nada más en mayo. Destacan Caracas y Miranda, Bolívar, Mérida y Lara. En la salud son los enfermos y sus familiares, también enfermeras, médicos y trabajadores del sector. En el Zulia, la gente ya está harta de aguantar los apagones y salió a protestar. El Ministro de Electricidad repite la explicación del sabotaje, la misma excusa que el gobierno lleva repitiendo varios años y varios ministros esgrimiendo, incluso anunció que militarizaba el sistema eléctrico. Pero las fallas siguen a pesar de que el consumo ha caído por la menor actividad comercial y la bajísima industrial. Ahora, cuando ha tenido que restringirse el paso por el Puente sobre el Lago de Maracaibo por un incendio en el tendido eléctrico, insiste la versión oficial en el sabotaje. Una vía bajo control absoluto del gobierno nacional cuya vigilancia no debería presentar dificultad, por obvias razones.
Consecomercio estima que puede quedarse corto el cálculo del FMI de 1.000.000 % de inflación a fines de año en nuestro país. A eso, lástima, no hay modo de restarle ceros. El Fondo anticipa que la caída del PIB del país puede ser 18% para diciembre. Quinto año consecutivo en baja. Malo para el abastecimiento y el empleo. Mientras tanto, incertidumbre por el impacto en la cotidianidad del cono monetario y la reconversión. Muchas dudas sobre la competencia gubernamental.
Hace nueve meses Reuters decía que con más de un millardo de dólares Crystallex y el Gobierno habían arreglado su diferendo sobre la mina de Las Cristinas en Bolívar. Para cobrar su deuda, la minera canadiense demandó para cobrarse con activos de CITGO y demostró ante un juez que PDVSA es del Gobierno. Ahora ésta, cuyas exportaciones caen, como que negociará con Crystallex. ¿Ayudará al Arco Minero la carta gubernamental para conseguir dinero que tantas críticas ha desatado por su, expertos consideran, desastroso impacto ecológico?
Ante tan terca realidad y tras un Congreso del PSUV revuelto, el gobierno concentra sus esfuerzos en hablar de otra cosa. La Unión Europea y el Grupo de Lima que como quien escribe y todo el mundo repudian la violencia, piden transparencia informativa. Es lo que pasa cuando ya no te creen