La eliminación de los cinco ceros a la moneda nacional fue el pretexto para el aumento del precio de la gasolina, considera el politólogo y profesor porque el Gobierno está entre la espada y la pared por el derrumbe de su principal fuente de ingresos Petróleos de Venezuela (PDVSA), como consecuencia del mal manejo de ese holding, la corrupción y la caída de la producción de crudo.
A raíz de la tragedia de Amuay ocurrida en agosto de 2012, que ha dejado casi inoperativa esa refinería, la más grande del continente; así como otros problemas que han mermado las operaciones de la industria, el Gobierno se ha visto en la necesidad de importar el combustible en grandes cantidades y, por supuesto, en racionar su consumo.
Pero, en vista de que ya la hiperinflación no tiene contención, creyendo que es factible engañar a la gente, el Ejecutivo Nacional le quita ceros a la moneda, impone otro cono monetario y anuncia una serie de medidas para poder mantener el alocado gasto público.
No le queda otra salida que aumentar el precio de la gasolina, pero de la forma más brutal, ya que si el litro estaba en aproximadamente un bolívar ahora tendrá una subida de quinientas mil veces ese valor.
Si por sólo el incremento de unos pocos céntimos se produjo una oleada de protestas, saqueos y otros hechos de violencia los días 27 y 28 de febrero de 1989, conocidos como El Caracazo, que según el propio Hugo Chávez fue uno de los principales motivos para su alzamiento, es posible que Nicolás Maduro no haya meditado las consecuencias que podría traer una medida tan impopular como el alza del precio del combustible venezolano, el más barato del mundo.
Es de suponer que Maduro haya sido asesorado por Alfredo Serrano Mancilla, a quien él bautizó como el Jesucristo de la economía y teórico de la economía cristiana, y otros sujetos que conforman el Centro Estratégico de Geopolítica (CELAG), que tiene su sede en Quito. Estos individuos, identificados con el partido español Podemos, son los que han trazado planes del Gobierno como los Claps.
Es preocupante que Ejecutivo Nacional no ha tomado en consideración que si en estos momentos existe una crisis en el transporte colectivo en todo el país, que los que han venido utilizando camionetas, camiones de carga y cavas para transportar personas de todas las edades, están cobrando precios exorbitantes por el pasaje, con ese aumento del precio de la gasolina, la situación se torna explosiva.
Porque no solo hay que considerar el transporte de pasajeros, sino los fletes para el traslado de alimentos y bienes, asi como el uso de vehículos por particulares. Eso quiere decir que el combustible tendrá un precio tan alto que serán muy pocos los que podrán llenar el tanque de su carro.
Tenemos una hiperinflación que, según el Fondo Monetario Internacional, será de un millón para fin de año; pero, por las medidas que está tomando el Gobierno, es posible que ese vaticinio se quede corto.
Y lo más grave es que el pueblo venezolano, que está protestando todos los días los malos servicios, se una a los dueños de los vehículos para manifestar el rechazo a este brutal aumento que puede convertir en un infierno a Venezuela, dijo Páez Ávila.
