“Ayúdennos no nos dejen solas” así gritan seis internas a través de tres huequitos que se ven en una de las paredes del anexo femenino del Centro Penitenciario David Viloria mejor conocido como Uribana, ubicado al norte de Barquisimeto, estado Lara.
A través de esos gritos el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) pudo conocer su situación, las internas quienes sacan sus manos y ondean prendas de vestir para que sepan dónde están, los tres huecos que se observan en la pared son el único contacto con el exterior, describen que son seis mujeres y están “castigadas” en un cuarto de aislamiento en donde llevan dos meses.
“Es oscuro, no nos pasan agua, si la pasan es sucia y no nos sacan a tomar sol, nos tienen encerradas, las necesidades las debemos hacer aquí mismo donde dormimos” llegaron allí algunas por haber contestado a una custodia, a la directora o porque simplemente les consiguieron alguna carta que para las autoridades del Ministerio de Asuntos Penitenciarios pudiera ser comprometedora, algunas con denuncias de la situación que allí viven.
Representantes de OVP presente en el lugar observaron que mientras las internas hablaban, las custodias las mandaban a hacer silencio y hasta se burlaban de lo que decían funcionarios del Ministerio comenzaron comunicarse por radio al notar afuera del penal la presencia de medios de comunicación, alertaron a dos Guardias Nacionales quienes simplemente se asomaron y gritaron a los periodistas y a la representante de OVP que se retiraran.
Mientras OVP estaba en las afueras de las instalaciones de Uribana se comenzaron a escuchar gritos de parte de un grupo de mujeres alzadas, posterior a ello salieron esposadas un grupo de 11 reclusas, custodiadas por las funcionarias del Grupo de Respuesta Inmediata de Custodia (GRIC) a ellas las conducían hacia un segundo galpón ubicado por la parte de atrás del penal conocido como “Rodeito”, allí minutos antes habían trasladado a un grupo de otras 30 reclusas quienes se habían alzado contra la directora Yoelina Giménez, a quien denunciaron de insultarlas, castigarlas con maltratos físicos y la gota que derramó el vaso para las detenidas y el cual fue el detonante de su motín en horas de la mañana del lunes 13 de agosto fue que se redujo el horario de visita.