Nicolás Maduro está dispuesto a aceptar que el FBI participe en la investigación sobre lo que el gobierno dice fue un intento de atentado en su contra y ayude a desarticular a supuestos grupos terroristas que habrían colaborado desde Estados Unidos.
En declaraciones efectuadas el sábado alrededor de las 7 de la tarde, Maduro indicó que Washington ofreció la «cooperación del FBI para la investigación de los vínculos de personas que residen en ese país con el presunto ‘plan del asesinato’».
En ese sentido, el mandatario indicó que, si Washington ratifica su ofrecimiento de cooperación, «yo estaría de acuerdo que venga el FBI y participe en la investigación y ayude para desmembrar las células terroristas” que estarían radicadas en el estado de Florida. El canciller Jorge Arreaza dijo que pedirá la extradición de Osman Delgado Tabosky, señalado como financista del grupo.
Arreaza se reunió la semana pasada con el encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en Caracas para «compartir las pruebas» que presuntamente vinculan a los implicados. La relación entre Venezuela y Washington lleva años bajo intensa tensión, y desde 2010 ambos países están sin embajador.
El comentario de Maduro coincidió con «el exhorto urgente» del Grupo de Lima _integrado por Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú_ para que se realice «una investigación independiente, exhaustiva y transparente» sobre el incidente del 4 de agosto, en el que dos drones estallaron mientras Maduro pronunciaba un discurso en el 81er aniversario de la creación de la Guardia Nacional.
Por otro lado, el Grupo de Lima calificó la detención del diputado opositor Juan Carlos Requesens por sus presuntos vínculos con el caso como «arbitraria, ilegal y sin investigación previa», y se mostró contrario a la orden de captura contra el también legislador opositor Julio Borges, quien se encuentra en Colombia desde hace varios meses.