El expresidente salvadoreño Tony Saca confesó su responsabilidad en los actos de corrupción que se le imputan en el desvío de 301 millones de dólares de las arcas del Estado para obtener una condena menor, informaron el martes sus abogados.
Tres de sus ex funcionarios más cercanos son procesados con él: Elmer Charlaix, secretario privado; César Funes, secretario de Juventud; y Julio Rank, ex secretario de Comunicaciones. Se dijo que ellos también aceptaron su culpabilidad y serán sometidos a un juicio abreviado.
La Fiscalía General solicitó el mismo martes al Tribunal Segundo de Sentencia un proceso abreviado luego de que los cuatro aparentemente aceptaran declararse culpables, lo que les favorecería con una disminución de la pena.
«En vista de que el imputado se declara culpable, entonces el sistema evita toda la actividad probatoria. La ley permite este ajuste de la aplicación de un sanción menor», manifestó el abogado Lisandro Quintanilla.
El expresidente no ha dado declaraciones hasta ahora.
Otros tres implicados en el caso denominado «Destape a la Corrupción»: Francisco Rodríguez Arteaga, jefe de la unidad financiera de Casa Presidencial; Jorge Alberto Herrera, tesorero de la misma institución; y Pablo Gómez, contador del secretario privado de la Presidencia, quedaron fuera del acuerdo y serían procesados en un juicio separado, peros sus abogados dijeron que es probable que también busquen acuerdo similar.
Saca, de 53 años, fue detenido el 30 de octubre de 2016. Las autoridades sostienen que desvió 301 millones de dólares y que de ese monto unos 116 fueron cobrados en efectivo y remitidos a cuentas particulares de empleados de Casa Presidencial y luego transferidos a cuentas y empresas, algunas de Saca.
El ex mandatario y su ex secretario privado están siendo procesados por los delitos de peculado y casos especiales de lavado de dinero por lo que podrían haber recibido una condenado de hasta 25 años de prisión. Sin embargo, con el acuerdo logrado la Fiscalía ha pedido que a ambos se les impongan la pena de diez años, cinco por peculado y cinco por lavado de dinero, mientras que a Rank y Funes únicamente cinco años de cárcel por lavado de dinero.