La libertad de prensa y expresión son golpeada nuevamente en Venezuela. Este martes 31 de julio de 2018, el periódico El Tiempo de Trujillo anuncia el cierre de su edición; se mantendrá en la web. La decisión obedece a los altos costos de los insumos de materia prima como las planchas y papel, aunado a la falta de efectivo para la venta del producto se vio seriamente afectado el medio de comunicación.
El anuncio lo realizó su presidente, el ingeniero José Luis Mazzarri Velazco, quien de antemano agradeció a Dios, «habernos permitido vivir 60 años de lucha, constancia y perseverancia, siempre a favor de las comunidades”.
A continuación la entrevista que se le realizara en su periódico por el comunicador Segundo Mendoza:
-¿Cuál fue la razón de ser del Diario El Tiempo durante 60 años?
-Nuestro compromiso siempre fue el pueblo, esa fue la conseja que recibí de mi padre y del “profe” Luis Gonzaga, la cual cumplí al pie de letra, desde el mismo momento en que asumí la presidencia del periódico.
-¿Qué siente usted como persona al decidir cerrar El Tiempo?
-Quiero expresar que tengo emociones encontradas. Por un lado es terrible para mí como integrante de la gran familia del Diario El Tiempo, tomar esta decisión, pero por otro lado tengo que acotar que no me avergüenzo de cerrar por causas ajenas a mi voluntad, esta ventana informativa.
Dios, mi familia y los trabajadores de esta empresa son testigos que se hizo todo el esfuerzo por perdurar, pero esta hiperinflación que de manera brutal golpea al pueblo venezolano, se engulle todo, tanto los recursos disponibles, como los que no se tengan a la mano.
Oportunidad de oro
Considera Mazzarri Velazco que el problema de la hiperinflación en Venezuela, es producto de las erradas políticas puestas en marcha por el gobierno de turno, el cual no supo manejar la inmensa oportunidad que tuvo de invertir los multimillonarios recursos que ingresaron al país, provenientes de la renta petrolera, en diversificar la economía y hacerla sostenible y sustentable.
El gobierno tuvo una oportunidad de oro de convertir a Venezuela en una nación próspera, pero la desperdició, y las consecuencias han sido catastróficas para todo el colectivo nacional.
-¿Cómo ejemplifica usted esa oportunidad pérdida para desarrollar a Venezuela?
-Pudiéramos tomar como ejemplo el caso de cuando alguien recibe una gran herencia y se la bebe, o la dilapida parrandeando con amigos del momento y cuando le persona queda limpia y en la calle, no la miran más. Lo cual por cierto no fue nuestro caso, porque hicimos todo lo humanamente posible para no cerrar el periódico, pero económicamente no pudimos.
Quisiera decir muchas cosas, pero en un momento así, las palabras no surgen como uno quiere. Sin embargo, de todo corazón “quiero agradecer a toda mi familia, a nuestros asiduos lectores y a nuestros abnegados trabajadores el apoyo y solidaridad que nos dieron durante 60 años, de los cuales 34 años de mi vida, los compartí en este medio de comunicación con todos ellos.
Al pueblo trujillano en general, le reiteró mi eterna gratitud, con la esperanza que más temprano que tarde, este periódico, como el Ave Fénix resurja de sus cenizas, para seguir siendo la voz del pueblo. ¡Que así sea!