- Después de tantas reconversiones quitándole ceros a diestra y siniestra al bolívar, no es de extrañar que a esta administración la veamos como un cero a la izquierda.
- Al bolívar buscan montarlo en el potro del Petro.
- Las calles tristes de mi pobre país rico me hacen preguntar: ¿ y cuándo volverán a lucir alegres?
- El perfecto idiota se combina con el idiota perfecto a manera de perfeccionar sus idioteces.
- Lo que más daño le ha causado a la oposición es su propia oposición
- En las zonas marginales los perros ladran fuera y sus amos dentro.
- Un presidente debe entender que si todo viene de frente a él es porque anda por el canal equivocado.
- Hay locuras más sanas de lo que los cuerdos piensan.
- Al menos ya no gastamos dinero intentando bajar de peso.
- ¿Le importará a un ciego cómo los demás lo ven, o a un sordo lo que los demás dicen de él?
- Al hombre le estuvo dando vueltas la cabeza hasta que finalmente inventó la rueda.
- ¿Cuándo tocaremos fondo? Lo tocamos pero seguimos escarbando. Y el que escarba encuentra.
- Nos olvidamos de reír al tomar la vida demasiado en serio.
- Como ya ni pastillas para frenos se consiguen, es vital contar con una buena corneta.
- Ahora sí es verdad que la cebolla nos hace llorar por partida doble: al partirla y al pagarla.
- Y yo pensaba que el venezolano no era tan bolsa para creer en la demagogia de los Clap
- Si la vida es un mar de problemas, lo mejor es enfrentarla con un océano de esperanzas.
- Hay miradas que derriten más no matan. Ahora bien, no podemos perder de vista lo siguiente:una mirada bizca puede matar a la persona equivocada. – Algunas palabras no le hacen ningún honor a su significado. ¿Ejemplo ?
Abreviatura
Todos metemos la pata. Pero algunos tienen la tendencia a meter la mano también. 20 de agosto, entrada triunfal del bolívar Soberano a las bóvedas de los bancos. Esperamos que su salida fuera de ellas -para no volver- no sea tan pronto. Mi mujer cobra su pensión y jubilación en 2 bancos del gobierno. Esta semana al llegar al de la pensión, nos sorprende que el banco está con tremenda tranca de madera en la puerta de vidrio. “¿Cómo es eso, si son las 3 de la tarde?”, le hacemos la pregunta de rigor al vigilante, quien por una rendija nos dice: “hoy el banco no abrió porque no vinieron las cajeras. Se fueron del país”. Después de caer como Condorito, aunque entendiendo las sobradas razones del caso, nos vamos al siguiente banco. Ansiosos usuarios buscaban poder retirar al menos unos 100 mil en efectivo que les ayudase a pagar el transporte colectivo. Pero ¡sorpresa!: solo estaban dando 2 billeticos de 20 mil. No escribo lo que exclamó mi mujer al recibirlos porque no pasaría el filtro de redacción. Pero esta historia no termina aquí. Llegados a la taquilla pre-pago a cancelar el ticket de estacionamiento, tuve que facilitarle 10 mil más para que completara los 50 mil de la tarifa plana. De plano, no es nada juicioso ir al banco a retirar 2 billeticos de veinte, para luego tener que pagar 50 solo en estacionamiento. Cosas de esta revolución a quien se le acabó el encanto y lo que ya le engalana es una soledad de espanto. Nos vemos por ahí.