Un incendio avivado por el calor y la sequedad se propagó en el extremo norte de California el jueves, aunque más al sur las condiciones tranquilas ayudaron a los bomberos a luchar contra un fuego que se sospecha fue provocado y que obligó a miles de personas a huir.
Nuevos desalojos fueron ordenados para las comunidades en la región recreativa cerca del lago Whiskeytown conforme el incendio se triplicó en tamaño a más de 80 kilómetros cuadrados (31 millas cuadradas). Ya habían obligado a residentes a salir del French Gulch, un pueblito que data de la época de la fiebre del oro.
Rachel Hines, residente de French Gulch, dijo que tuvo dos horas para salir y que otras personas en el antiguo pueblo minero tuvieron tan sólo 30 minutos. La comunidad se ha enfrentado a dos incendios en las últimas dos semanas, agregó.
“Es terrorífico. A uno le da miedo porque no sabes si vas a regresar a tu casa y el pueblo será totalmente diferente”, dijo a la televisora KRCR.
Las llamas avanzaron mucho durante la noche y los bomberos en la comunidad de Old Shasta intentaban salvar las estructuras, dijo al periódico Record Searchlight Mike Hebrard, jefe de la unidad de incendios de California.
Cientos de kilómetros (millas) al sur, no hubo vientos en el incendio en las montañas de San Jacinto. Sin embargo, las temperaturas subían rápidamente y los meteorólogos decían que las máximas podrían alcanzar los 38 grados Celsius (100 grados Fahrenheit). También advirtieron que podría haber ráfagas de viento en la tarde que crearían condiciones peligrosas.
En otras partes del estado, un enorme incendio forestal continuaba creciendo afuera del parque nacional Yosemite. Un total de 100 casas todavía están bajo amenaza en la comunidad de Clayton, aunque los bomberos contuvieron el avance de un pequeño incendio ahí luego de que se quemara una casa.
El fuego en las montañas de San Jacinto comenzó el miércoles y raídamente se convirtió en una pared de llamas que incineró bosques y arbustos. En cuestión de horas, creció a 19 kilómetros cuadrados (8 millas cuadradas).
Unas 3.200 personas en el pueblo de Idyllwild y las comunidades cercanas recibieron la orden de desalojo. Aproximadamente 600 casas estaban bajo amenaza.