Censura, intimidación, restricciones administrativas, hostigamiento, agresión, son factores contra medios y comunicadores del autoritario régimen castrense. No olvidar que cuando intentaron tomar el Poder por vía golpista asesinaron a 3 en ejercicio de la profesión. Y esto que el liderazgo de esta devenida en neo dictadura debe su proyección a la prensa. Entre sus funestos records está la vulneración del “primero y más estimable bien del hombre en sociedad”, tal define Simón Bolívar al sagrado derecho humano de libertad de expresión, consagrado en la segunda Carta Magna, por él ideada en el Congreso de Angostura de 1819.
Según reporte de Marcos Ruiz, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (Sntp) que -dicho sea de paso- tuve el honor de dirigir en dos períodos, “es alarmante el número de periodistas que se ha ido del país” al menos 20 promociones de comunicadores (personalizada en 177 colegas) se han visto forzadas a emigrar, por acoso ante condiciones hostiles”.
Conmovedora crisis humanitaria es profundizada por Nicolás Maduro. Ha producido 66 detenciones, 113 agresiones y violaciones a la libre expresión. De la parrilla de programación de las operadoras de cable ordenó el régimen sacar a la cadena CNN y Caracol TV y RCN de Colombia.
Afectados por bloqueo ante la falta de papel que monopoliza el régimen y de otros insumos, figuran 90 medios impresos, comenzando por el decano de la prensa nacional: el diario El Impulso, de Barquisimeto; el decano del centro: El Carabobeño y el de Oriente, Antorcha, de El Tigre, Anzoátegui, definitivamente clausurado. En la mira de confiscación tienen a El Nacional que no han podido provocar con la venta, como El Universal y Cadena Capriles editora de Ultimas Noticias y El Mundo y Globovisión. Los diarios que han resistido al cierre, han reducido circulación y días de edición; algunos pasaron a internet.
Ante el deterioro del país expuesto a la compasión del mundo entero, los periodistas tenemos una gran responsabilidad. Nos preocupa la masificación de las Escuelas de Comunicación Social y en algunas la precariedad en la docencia. Estamos además en una etapa de la globalización en la cual las nuevas tecnologías crean nuevos medios y la participación en la comunicación.
Requerimos un periodista que de acuerdo al profesor Germán Carías “debe ser acucioso, inteligente, con mística, perseverante, con vocación de servicio”.
Ejemplar el resumen estampado en libro 4 Crímenes 4 Poderes, del entonces comisario de la Policía Técnica Judicial, reformada para protección de los impunes ahora 5 poderes.
Digamos que es tan imprescindible como obligatorio el invocado ejercicio del periodismo en esta hegemonía. Con deliberada o sumisa complicidad de los de propiedad privada, convierten el equilibrio informativo en desequilibrio. Se Agregan las cadenas y propaganda gratuita.
En análisis de la crisis, Marcelino Bisbal ex director de la Escuelas de Comunicación de UCV y director de post grados en la materia de UCAB, estima que en estos tiempos el periodismo se ha visto en la necesidad de volverse cada vez más acucioso, más indagador.
Autor de acreditados libros, entre ellos Hegemonía y Control Comunicacional, reconocido nacional e internacional como investigador fue premiado en esa mención del nacional de periodismo, cuando ese galardón no era usado, tal lo hace el autoritario régimen para reconocer a sus fieles defensores, considera que debe hacerse una profesión de resistencia.
Un reto es rescatar la conciencia gremial en la cual teníamos ganada fama internacional y abrir las puertas de casas sedes del periodista en gran parte cerradas.
Al MARGEN. Cada día se dan 30 protesta por comida y la corrupción campante con las CLAP que administra el alto mando militar. La venden a la clientela ideológica que aplica la humillación. Compare los precios por sectores, desde Bs 350 hasta 43 mil.