Los venezolanos llevan cada vez menos productos en su bolsa de comida, no tan solo por la situación económica del país, si no porque aunado a ello, en la ciudad crepuscular no se consiguen en grandes cantidades, estos alimentos, logrando que cueste no solo organizar y poder llenar el espacio de sus alacenas, si no tan solo la falta de nutrientes del grupo familiar.
Poco a poco ver como salen y entran de establecimientos con bolsas cargadas de pocas legumbres, verduras y hortalizas, lleva a cada venezolano a que reflexione con respecto a la actitud que tienen al consumir cualquier alimento, trayendo consigo la referencia del cuidado aséptico que se le deben realizar a este tipo de alimentos debido a que no se conoce la procedencia de ellos.
Varios testimonios han permitido conocer de cerca lo cuesta arriba que logra ser la compra de estos productos, preguntar a los usuarios por el costo y cuanto les cuesta adquirir los productos, es insólito. Un testimonio de un lerense confirmo esta realidad «Trabajo 8 horas diarias los 7 días de la semana, gano 5 millones mensuales y para sobrevivir vengo acá a pedir recortes de yuca para poder comer, aunque sea dos veces al día».
Mientras la inflación del país aumenta día tras días, 4 de cada 10 venezolanos solo hacen las 3 comidas al día, lo demuestran las estadísticas del portal Venescopio, la cual su ultimo informe fue la mortalidad infantil causada por la alimentación, en estos espacios se puede presenciar la forma en la que muchos niños menores de 9 años, donde su residencia es la calle y lo que consumen es lo que «alguien le pueda regalar», convierte en crisis la situación de la sociedad venezolana.
Dejando en claro que la situacion no solo le afecta a un solo sector en especifico si no a toda la comunidad. «El sueldo no me alcanza. Apenas puedo comprar algunas frutas que sirven incluso para el desayuno. La situación está sumamente complicada en Venezuela. Todo está costoso. De un día para otro aumentan los precios. No es justo», dijo María Castañeda, quien vive en las inmediaciones del Parque Ayacucho.
«Yo hago mercado semanalmente y es insólito cuando voy, y el poco dinero que llevo no me alcanza. He tenido que dejar verduras, porque no puedo llevarlas. Lamentablemente me conformo con lo que hay y puedo comprar», aseguró Nancy Pérez, habitante de Barrio Unión.