“Cuando la situación es adversa y la esperanza poca, las determinaciones drásticas son las
más seguras”. Tito Livio (59 a. C. – 17 d.C.)
Tito Livio fue un historiador romano a quien se le encargó la educación del emperador Claudio. Escribió una historia de Roma, desde la fundación de la ciudad hasta la muerte de Nerón Claudio Druso en 9 a. C., Ab urbe condita libri (a veces conocida como las Décadas). La obra constaba de 142 libros, divididos en décadas o grupos de diez libros.
De ellos, solo treinta y cinco han sobrevivido, los numerados del 1 al 10 y del 21 al 45.
Los libros contienen la historia de los primeros siglos de Roma, desde la fundación en el
año 753 a. C. hasta 292 a. C., relatan la segunda guerra púnica y la conquista por los
romanos de la Galia cisalpina, de Grecia, de Macedonia y de parte de Asia Menor (F:
Wikipedia).
Es obligatorio tener un correcto conocimiento de la historia para poder analizar el presente
y planificar el futuro acertadamente. La grave situación que destruye los cimientos de nuestra sociedad proviene de luchas ancestrales que datan de miles de años antes de Cristo.
Es imprescindible la identificación de la génesis del mal, para poder tomar decisiones que
conlleven a la recuperación de una de las naciones más ricas del mundo que por ahora,
tiene a sus ciudadanos entre los pobres del planeta.
¿Cuál es el origen del mal? ¿Por qué sucede esto en Venezuela? ¿Cuál es su objetivo?
Existen mil interrogantes y los llamados a darnos las respuestas son los líderes políticos,
porque es un problema de origen político, el que ha destruido la economía y por ende el
bienestar social del país que fue paladín de la libertad y líder primigenio de la democracia.
Muchas personas se sienten impotente, inconformes y/o enojadas porque creen que las
decisiones están fuera de su alcance. El hecho real es que casi todas las decisiones están en nuestras manos. Si bien puede parecer que alguien, como por ejemplo los políticos, son los que eligen nuestra aceptación o reacción, les diré que la responsabilidad es de todos y de cada uno de nosotros.
Cuando nos damos cuenta de que tenemos este tipo de control sobre nuestro destino y
nuestro futuro, estamos facultados para cambiarlo. Obtenemos coraje y nos volvemos
creativos en términos de lo que se necesitará para lograr lo que nos proponemos hacer.
Desde la antigüedad se ha combatido a la anarquía con recursos netamente pacíficos, por
ello fueron creadas las denominadas “Normas de Fe”. Esto determinó la creación del
“Derecho o Estamento Legal”, única forma pacífica de restablecer el orden, las buenas
costumbres y hasta los principios y valores tradicionales, aceptados y practicados
internacionalmente.
La unidad ha sido y será la estructura inexpugnable para lograr la recuperación del país, es
historia universal así como también es historia patria. No es nuevo que los venezolanos
hemos enfrentado avatares como: la Guerra de Independencia, montoneras, dictaduras,
asaltantes de caseríos y pueblos e incendiarios de sabanas, saqueadores, invasores
destructores de la propiedad privada. Deberíamos estar curtidos, como se dice
coloquialmente. Imperioso es, tomar esas experiencias y armarnos de valor para enfrentar
la realidad e implementar soluciones basadas en la génesis del problema y actuar con
optimismo pero, con optimismo verdadero, afianzado en la seguridad de la potencialidad
que todos tenemos… Unidos.
Es… “El Poder de Uno.”