La crisis eléctrica que vive el país, y el colapso del servicio en el estado Zulia, es absoluta responsabilidad del gobierno nacional y de no existir soluciones a corto plazo el deterioro será progresivo.
Así lo manifestó el presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines (Aviem), Winston Cabas, quien lamentó que desde el gobierno nacional no se tomen las decisiones necesarias para recuperar el sistema eléctrico nacional.
La crisis del sistema eléctrico de Maracaibo, del Zulia y de toda Venezuela es irreversible y nunca se podrá recuperar en manos de este régimen, producto de las políticas erradas y puesta en práctica por personas incompetentes, incapaces y negligentes como el ministro Luis Motta Domínguez, quien con su conocimientos retrógrados y arcaicos en esta materia, se burla de manera descarada y le miente al pueblo en complicidad con el gobernador Omar Prieto aseveró.
Igualmente explicó que Maracaibo necesita de 1800 a 1900 megavatios de generación en las centrales termoeléctricas y solo se disponen de 200.
¿Se puede mantener Maracaibo con 200 megavatios? No también alertó que habrá racionamiento y apagones Por cuatro, seis, ocho o 12 horas o el tiempo que sea, en los próximos 60 días.
Reveló también que no se cuenta con combustible, ni gandolas suficientes para aportar al suministro.
PDVSA debió haber construido los gasoductos desde su punto de producción hasta las centrales termoeléctricas y no lo hizo. Se necesitan 8.000 km de gasoducto o de diésel para poderle suministrar a todas las termoeléctricas del país denunció.
Al mismo tiempo Cabas critica que el ministro Luis Motta Domínguez insista en atribuirle la situación a continuos sabotajes que son investigados debido a que las instalaciones eléctricas de
Venezuela está militarizadas desde el 2013 y se mantiene de esa manera.
Finalmente el vocero de Aviem manifestó que está cansado de vivir esta dramática situación, aquí lo que hay es ineficiencia, negligencia, decidía y caos, y un pueblo sufriendo, pasando calamidades producto de un gobierno irresponsable e indolente.