Una propuesta de gastos en la Cámara de Representantes incluiría una partida de 5.000 millones de dólares para el muro en la frontera con México que quiere el presidente Donald Trump, un significativo aumento que presagia una agria pugna presupuestaria justo antes de las elecciones legislativas.
Los demócratas se oponen al financiamiento del muro fronterizo pero no tienen los votos necesarios para evitar que los republicanos de la cámara baja aprueben la partida. Sin embargo sí tienen suficiente fuerza como para descarrilar la iniciativa en el Senado, que está dividido casi en mitades iguales. Sin decir cifras, Trump dijo en abril que «no tendré otra alternativa» que cerrar el gobierno en el otoño si no se asignan los recursos que quiere para la seguridad en la frontera.
Los 5.000 millones están muy por encima de los 1.600 millones propuestos para el próximo año en una medida parecida en el Senado, para financiar al Departamento de Seguridad Nacional. La mayor partida es lo que Trump ha pedido en privado en conversaciones con legisladores republicanos, de acuerdo con un asistente republicano del Congreso. Este asistente hablo bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado para hablar públicamente sobre las negociaciones privadas.
«Mantener a los estadounidenses seguros protegiendo nuestra patria es una alta prioridad», dijo el republicano Kevin Yoder, representante por Kansas, presidente del subcomité de seguridad nacional de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes.
El panel divulgó detalles de su propuesta el mismo día que la cámara baja se disponía a debatir una medida simbólica que elogia al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas y desdeña las propuestas para abolirlo.
La propuesta escrita por republicanos tiene la intención de avergonzar y dividir a los demócratas, luego que un grupo de liberales presentara la semana pasada una medida para abolir la agencia federal conocida como ICE, denunciada por severas políticas migratorias como la separación de familias migrantes en la frontera con México, práctica que ha sido cancelada. Pero otros demócratas creen que la propuesta fue demasiado lejos y tiene el potencial de alienar a votantes moderados.
El nuevo año fiscal del gobierno comienza el 1 de octubre, que efectivamente establece una fecha límite para que la Casa Blanca y el Congreso traten de llegar a un acuerdo presupuestario.