Otro cargamento con alimentos y bebidas para un día estaba en camino el domingo rumbo a un par de barcos militares en la costa de Sicilia, mientras Italia esperaba que más países europeos se comprometieran a aceptar a parte de los cientos de migrantes a bordo antes de dejarlos desembarcar en territorio italiano.
Alemania, España y Portugal aceptaron recibir 50 de los migrantes, cada uno, después de que Francia y Malta, otros países miembros de la Unión Europea, hicieran lo propio el sábado, informó el premier italiano Giuseppe Conte.
Sin embargo, la República Checa rechazó el llamado y dijo que el plan de distribución de inmigrantes es «un camino al infierno».
El ministro italiano del Interior Matteo Salvini ha dicho que prohibirá que se desembarquen en Italia más migrantes rescatados en el Mediterráneo a menos que otros países europeos también se comprometan a aceptarlos.
Salvini, quien dirige el partido de derecha la Liga Norte en el gobierno de coalición populista de Italia, dijo a reporteros el domingo que «el objetivo era la redistribución fraternal» de los 450 pasajeros rescatados en los barcos militares.
«La meta final es que nadie zarpe de Libia en botes de contrabandistas de personas», dijo Salvini el domingo.
Más de 600.000 migrantes fueron rescatados en el centro del Mediterráneo y llevados a territorio italiano en los últimos años. Muchos de ellos eran migrantes económicos inaptos para recibir asilo. Debido a que sus países de origen muchas veces no facilitan el proceso de deportación, Italia ha tenido que albergar a muchos de ellos, aunque miles han salido de Italia para buscar trabajos o a familiares en el norte de Europa.
Hallar países que acepten recibir a los migrantes que quieren pedir asilo y están en los barcos militares en la costa de Sicilia, en medio de una ola de calor, podría tomar mucho tiempo.
Algunos de los productos que se entregaron el domingo fueron alimentos para bebés, leche y jugos.
Un bote pesquero salió el viernes de Libia, dirigido por contrabandistas de personas, con unos 450 migrantes, navegó a la pequeña isla de Linosa en la costa de Sicilia, pasando por las áreas de búsqueda y rescate de Malta y Libia.
En la costa de Linosa, una embarcación de la agencia fronteriza europea Frontex y un bote italiano de seguridad fronteriza rescataron a los migrantes y los llevaron a playas en las afueras del puerto siciliano de Pozzallo.