Reconocido es que la ineficiencia del régimen consolidado por la fuerza militar, ha fortalecido el incremento de la pobreza y muy cierto que la ausencia de una Oposición motivadora convalida la miseria que también provoca la diáspora por la cual nos compadece la democracia del mundo. Tal se aprecia del discurso de Monseñor José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo y presidente de la Conferencia Episcopal, en la instalación de la 110ª Asamblea Plenaria del Episcopado.
La conforman 41 Obispos titulares entre ellos 2 Cardenales, 9 Arzobispos, 27 Obispos, 2 Exarcas, 1 Obispo del Ordinariato militar y 5 Obispos Auxiliares, quienes ejercen sus labores pastorales en 41 circunscripciones eclesiásticas. También 16 Obispos Eméritos.
Desde 1999 la “revolución socialista” se presenta como gobierno de los pobres, pero por tal cualidad (me incluyo) no “estamos condenados a la libertad” (decir del filósofo Jean-Paul Sartre) si no a la muerte debido a la hambruna y a la falta de medicamentos.
“No hay revolución sin pobreza; los pobres son el agente histórico y no es conveniente sacarlos de esa condición porque los convertiríamos en “escuálidos”, sostenía el comandante idolatrado. En realidad el régimen que nos legó solo ofrece ayudas que mantienen dependientes a sus beneficiarios, con chantaje y humillación. Comer de la basura, el drama de los más pobres.
La Encuesta Sobre Condiciones de Vida, delas Universidades Central de Venezuela, Católica Andrés Bello y Simón Bolívar, refleja que “todos los hogares están por debajo de una línea de pobreza inalcanzable”. Según la investigación “la proporción de los hogares sumergidos en la pobreza aumentó desde 81,8% en 2016 hasta 87% en 2017. Al mismo tiempo, la magnitud de los que se encuentran en pobreza extrema se elevó desde 51,5% hasta 61,2%”.
Actualizó la expresión no convertir en escuálidos a los pobres el caletre de Héctor Rodríguez, quien en meteórica trayectoria pública reivindica su segundo apellido (Castro). En 10 años de ingreso a la administración ha sido 4 veces ministro (de la Presidencia, Deportes, Juventud y Educación), 2 vicepresidencias, 1 viceministro; diputado al Parlamento y jefe de la fracción del Pusv de cuya dirección nacional forma parte, constituyente espurio y gobernador de Miranda. Todo gracias a la narco castrense –tal la califica EEUU, que desde 2008 suma más de 200 sanciones a funcionarios (¡ojo, individualmente no a la Nación). A ellos les prohíben entradas a sus territorios y les congelan bienes que allí tienen)
Por la misma razón se agregan 14 sanciones de Canadá; 11 de Unión Europea, que conforman 28 países e igual número de las recientemente decretadas por Suiza.
La posición Rodríguez Castro la refuerza Tareck El Aissman: «Mientras más se consigue pobreza hay más lealtad a revolución y más amor por Chávez; pueblo más pobre es más leal al proyecto revolucionario».
Para esos líderes socialistas la pobreza es una política de Estado.
De la Venezuela de Nicolás Maduro quedará un país en ruinas económicas, con las condiciones de vida de ciudadanos en niveles paupérrimos.
Iván Duque, nuevo presidente de Colombia, criticó la indiferencia de la región ante la destrucción de nuestra Patria.
“Hoy lo que estamos viendo en Venezuela es la dictadura más oprobiosa que haya conocido América Latina mucho más, incluso, que las que pudimos haber llegado a ver en el siglo XX”.
Se dedica “a destruir las libertades individuales, el desarrollo empresarial, a pauperizar a la población al punto de ver familias enteras, que con padecimientos famélicos, cruzan la frontera arrastrando sus maletas con la ilusión de encontrar un mejor porvenir”.
Al MARGEN. Además de tener país por cárcel, debido a la inseguridad y carencia de transporte para movilización, se nos condena a muerte por la falta de medicinas. Una caja de losartan de 15 pastillas recetadas para hipertensión llega hasta los Bs 7 millones y medio.